Tiempos fuertes

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La muerte del Justo (IV Viernes de Cuaresma)

La muerte del Justo (IV Viernes de Cuaresma)

El viernes es día consagrado especialmente a contemplar la Pasión de Cristo. Las lecturas escogidas por la Iglesia para hoy centran su mensaje en la persecución del hombre justo…

Las entrañas de Dios (IV Miércoles de Cuaresma)

Las entrañas de Dios (IV Miércoles de Cuaresma)

Quizá tú también, como el pueblo de Israel en tiempos del exilio, tengas la sensación de que Dios te ha olvidado, o que no responde a tus súplicas. Si es así, escucha la palabra del profeta y da fe a lo que te dice Dios, que se muestra con una solicitud inimaginable: “Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado."

La alegría  de la salvación (IV Lunes de Cuaresma)

La alegría de la salvación (IV Lunes de Cuaresma)

La pedagogía de la Iglesia se deja sentir en la selección de los textos litúrgicos que se comienzan a proclamar en la cuarta semana de Cuaresma, en la que se nos ofrece la lectura del evangelio de san Juan, como referencia continua hasta la Pascua.

El agua que sana (IV Martes de Cuaresma)

El agua que sana (IV Martes de Cuaresma)

Es fácil descubrir la concurrencia que hoy se da en las lecturas. En el primer texto contemplamos el agua que mana del santuario, del lado derecho: “Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho” (Ez 47, 2). El salmista alude al correr de las acequias, que alegra la ciudad de Dios (Sal 45). Y la escena evangélica se sitúa junto a la piscina probática.

Retornos (IV Domingo de Cuaresma)

Retornos (IV Domingo de Cuaresma)

La Palabra nos invita, en la mitad del camino cuaresmal, a acrecentar la esperanza, porque es posible recuperar el santuario de nuestro corazón, de manera semejante a como aconteció en tiempos del exilio. “El Señor, el Dios de los cielos, me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él y suba!» (2 Cró 36, 22-23).

La limosna-Compartir

La limosna-Compartir

El ayuno y la oración tienen su mejor complemento en la limosna. La triple recomendación cuaresmal se objetiva cuando afecta al bolsillo. “Os digo una cosa: si el jubileo no llega a los bolsillos, no es un verdadero jubileo. ¿Lo entendéis?

El ayuno

El ayuno

La Cuaresma se identifica mentalmente con el tiempo ascético, tiempo de ayuno y abstinencia. En los Monasterios, estas privaciones se guardan especialmente los miércoles y los viernes, además de que toda la Cuaresma se vive en régimen de austeridad.

Oración

Oración

 Este tiempo es propicio para atender a  tres llamadas de la Palabra: ayunar, compartir los bienes y orar, que responden al mandamiento de amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente y con todas las fuerzas. Y ante las tentaciones del afán de poder, de los deseos de tener y de placer, se nos recomiendan los antídotos de orar, dar limosna, y ayunar.

Ceniza

Ceniza

La Iglesia, como rito de apertura del Tiempo Cuaresmal, invita a los fieles a la ceremonia de la imposición de la ceniza, a la vez que los llama a la conversión y al encuentro consigo mismos con el símbolo existencial que evocan las palabras: “Recuerda de que eres polvo”. Aunque también hay otra fórmula, quizá más pedagógica y positiva: “Convertíos y creed en el Evangelio”.

Concierto (24 de diciembre)

Concierto (24 de diciembre)

He invitado a los ángeles músicos para que den un concierto en Nochebuena, y sin dudarlo, se han ido a recoger los instrumentos. He visto que traían tambores, címbalos, sistros, arpas, liras, cítaras, flautas, oboes, trompetas, salterios…