Tres llamadas: IV Sábado de Cuaresma
Estamos siguiendo, día a día, las páginas de las Sagradas Escrituras que se refieren a los acontecimientos de la Pasión del Señor, y sorprendentemente, muchos de los textos propuestos unen unas escenas de confianza con otras de prueba y de sufrimiento.
Tres llamadas: III Jueves de Cuaresma
Cuando en nuestra desobediencia nos aferramos a nuestra voluntad, solemos justificar nuestra obstinación afirmando que Dios es terrible.
Tres llamadas: IV Viernes de Cuaresma
Con valoración puramente humana, normalmente nos sentimos desgraciados cuando nos acosan la enfermedad, la prueba o el despojo. Hay veces que sufrimos la tentación de creernos abandonados de Dios, malditos, arrojados lejos de su mirada.
Tres llamadas: IV Martes de Cuaresma
La razón por la que, a esta altura del tiempo cuaresmal, se escogen estas lecturas en las que concurre el agua en las tres citas, es porque aquí se ve la prefiguración del agua bautismal.
Tres llamadas: IV Miércoles de Cuaresma
Es muy arriesgado traducir el lenguaje y las palabras que se refieren a Dios desde nuestras categorías, basándonos en los significados que damos a los términos, como puede suceder con las palabras padre, madre, esposo o amado.
Tres llamadas: IV Lunes de Cuaresma
No es indiferente que ya hayamos superado la mitad del tiempo cuaresmal. La Iglesia ha celebrado el domingo de la alegría, ha aliviado el color morado, y los catecúmenos ven más cerca el gran día de su bautismo, por el que en verdad sucederá algo nuevo.
El esposo de María, la Madre de Dios (IV Jueves de Cuaresma – San José)
Hoy la liturgia interrumpe su aspecto penitencial, para rendir homenaje a quien Dios escogió como custodio y protector de su familia, al patriarca san José.
Las entrañas de Dios (IV Miércoles de Cuaresma)
Quizá tú también, como el pueblo de Israel en tiempos del exilio, tengas la sensación de que Dios te ha olvidado, o que no responde a tus súplicas. Si es así, escucha la palabra del profeta y da fe a lo que te dice Dios, que se muestra con una solicitud inimaginable: “Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado."
La alegría de la salvación (IV Lunes de Cuaresma)
La pedagogía de la Iglesia se deja sentir en la selección de los textos litúrgicos que se comienzan a proclamar en la cuarta semana de Cuaresma, en la que se nos ofrece la lectura del evangelio de san Juan, como referencia continua hasta la Pascua.
El agua que sana (IV Martes de Cuaresma)
Es fácil descubrir la concurrencia que hoy se da en las lecturas. En el primer texto contemplamos el agua que mana del santuario, del lado derecho: “Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho” (Ez 47, 2). El salmista alude al correr de las acequias, que alegra la ciudad de Dios (Sal 45). Y la escena evangélica se sitúa junto a la piscina probática.
Retornos (IV Domingo de Cuaresma)
La Palabra nos invita, en la mitad del camino cuaresmal, a acrecentar la esperanza, porque es posible recuperar el santuario de nuestro corazón, de manera semejante a como aconteció en tiempos del exilio. “El Señor, el Dios de los cielos, me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él y suba!» (2 Cró 36, 22-23).