
Tres llamadas: II Lunes de Cuaresma
Uno de los dones que debemos cuidar es el de la sensibilidad de la conciencia. La peor enfermedad es la que se sufre y se ignora. La percepción de haber pecado puede llevar a diferentes reacciones; las más adecuadas son la humildad y la súplica de perdón.

Tres llamadas: II Martes de Cuaresma
La Palabra nos advierte del riesgo que corremos, si nuestras afirmaciones no concuerdan con nuestra vida. Si pronunciar un discurso ideológico, sin coherencia, es grave, aún lo es más si ese discurso pertenece al ámbito religioso.

Tres llamadas: I Domingo de Cuaresma
La pedagogía de la Iglesia, al seleccionar el pasaje de la Transfiguración para el segundo domingo de Cuaresma, muestra la clave en la que debemos vivir este tiempo, a la luz de la Pascua.

Tres llamadas: I Viernes de Cuaresma
No podremos defendernos del perdón por argumentar que somos pecadores. Dios es más que nuestro pecado, y está dispuesto a perdonarnos siempre. No podremos creernos seguros en la virtud, y menos jueces de los que parecen malvados, pues cabe que nosotros caigamos y ellos se arrepientan.

Tres llamadas: I Sábado de Cuaresma
Es momento propicio de acoger la Palabra y de hacerla vida. Quien actúa desde la Palabra convierte su historia en experiencia de salvación y conoce la perfección.

Celebración penitencial
En esta celebración penitencial, que es como una prolongación de la gracia del Bautismo, queremos unirnos también a la muerte y resurrección de Cristo.
Grandes relatos (II Viernes de Cuaresma)
Para la comprensión de los textos bíblicos, ayuda mucho conocer la relación interna que se da entre distintos pasajes y comprobar cómo narraciones del Antiguo Testamento adquieren su sentido pleno a la luz del Nuevo Testamento.
Bienaventuranzas (II Jueves de Cuaresma)
En una lectura creyente, cabe buscar los pasajes bíblicos en los que se anuncia un motivo de felicidad y de dicha. Conocemos el Discurso del Monte que refiere el evangelio de Mateo, en el que se desgranan las bienaventuranzas. Sin embargo, a lo largo de los textos sagrados, también se encuentran otros fragmentos en los se revelan motivos para alcanzar la alegría del corazón, en esta vida y en la eterna.
Ante los agravios y celos (II Miércoles de Cuaresma)
Es evidente el clima de tensión que se vive en el pasaje profético de Jeremías -“Señor, hazme caso, oye cómo me acusan” (Jr 18, 20)-, al igual que en el Evangelio – , -«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará.» (Mt 20,19).
La corrección (II Martes de Cuaresma)
Hay muchas formas de corregir; por ejemplo, la de quienes agrandan los defectos del otro para camuflar los propios, y la de quien, de manera comprensiva, alienta y pone en verdad, sin juicio ni condena.
Los patriarcas de la fe (II Domingo de Cuaresma)
La vida diaria se puede iluminar con la luz de la Palabra, y es posible que cada vez descubramos aspectos muy diferentes de los que hemos captado en otros momentos.