
Tres llamadas: I Sábado de Cuaresma
Es momento propicio de acoger la Palabra y de hacerla vida. Quien actúa desde la Palabra convierte su historia en experiencia de salvación y conoce la perfección.

Celebración penitencial
En esta celebración penitencial, que es como una prolongación de la gracia del Bautismo, queremos unirnos también a la muerte y resurrección de Cristo.

Tres llamadas: I Jueves de Cuaresma
No tenemos un Dios incapaz de oír las súplicas de sus hijos. Por el contrario, una diferencia entre nuestro Dios y los ídolos es que estos tienen orejas y no oyen, mientras que el Señor escucha el grito de los que le suplican.

Tres llamadas: I Miércoles de Cuaresma
Observa la actitud del rey de Nínive. Se despoja de su manto y se viste de saco. Con esa imagen se desea simbolizar un cambio profundo de vida. El manto es la identidad personal.

Tres llamadas: I Martes de Cuaresma
La Palabra de Dios es fiel. Dios cumple su Palabra, hace lo que dice. No se retracta la promesa, aun en daño propio. La voluntad divina siempre es favorable al hombre. Pedir que se lleve a cabo el plan de Dios es un beneficio para toda la sociedad.

Tres llamadas: I Lunes de Cuaresma
Según la selección que hace la Iglesia de las lecturas de hoy, la santidad de Dios y la pureza de su voluntad se unen con las obras de misericordia. Dios es perfecto, santo y misericordioso.
La corrección (II Martes de Cuaresma)
Hay muchas formas de corregir; por ejemplo, la de quienes agrandan los defectos del otro para camuflar los propios, y la de quien, de manera comprensiva, alienta y pone en verdad, sin juicio ni condena.
Los patriarcas de la fe (II Domingo de Cuaresma)
La vida diaria se puede iluminar con la luz de la Palabra, y es posible que cada vez descubramos aspectos muy diferentes de los que hemos captado en otros momentos.
Promesa divina (I Sábado de Cuaresma)
¿Qué es más, que tú te comprometas con Dios, o que Dios se comprometa contigo? Sin duda que Dios se comprometa, porque Él es fiel y cumple su palabra. Puede parecer que Él queda hipotecado a la fidelidad humana, pero una vez que se compromete, no se retracta.
El Perdón (I Viernes de Cuaresma)
¿A quién no le gusta que le perdonen sus errores? ¿Quién es tan sádico que prefiera convivir con sus sombras, en vez de dejar que entre en su corazón la gracia del perdón?
Oración de Súplica (I Jueves de Cuaresma)
Podríamos creer que las personas de oración tienen experiencias especiales en su trato con Dios, y que la oración de súplica es expresión de menor calidad en ese trato.