Tiempos fuertes

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VIA CRUCIS: Pasión y muerte de Jesucristo

VIA CRUCIS: Pasión y muerte de Jesucristo

¿En qué Dios cree nuestro vivir de cada día? La pasión y muerte de Jesús desnuda el corazón del que dice que cree en Jesús como su Salvador y su Señor. A ello se nos invita aquí

Dios el anti-mal

Dios el anti-mal

Ante el sufrimiento humano siempre surse la presunta sobre el papel que juega Dios ante esta situación. ¿Podemos hablar de un Dios sádico o más bien de un Dios benévolo y misericordioso? A estas y otras preguntas quiere responder este artículo

34. Dietrich Bonhoeffer:  Discipulado y muerte

34. Dietrich Bonhoeffer: Discipulado y muerte

Aquellos que no estén preparados para tomar la cruz, aquellos que no estén preparados para entregar sus vidas al sufrimiento y al rechazo de los otros, pierde se comunidad con Jesucristo y no son discípulos.

Lunes quinto de cuaresma

Lunes quinto de cuaresma

Entramos en un tiempo recio, se precipitan los acontecimientos. Las imágenes que nos ofrecen las lecturas de la Liturgia de la Palabra de estos días plasman hechos dramáticos en relación con la Pasión de Cristo.

Sábado cuarto de cuaresma.

Sábado cuarto de cuaresma.

“Señor, Dios mío, a ti me acojo, Líbrame de mis perseguidores y sálvame, que no me atrapen como leones y me desgarren sin remedio” (Sal 7).

Viernes cuarto de cuaresma

Viernes cuarto de cuaresma

Como alivio del color morado, como oasis en el desierto, como palmera en el arenal, la fiesta de San José nos ofrece un descanso en el camino penitencial, a la vez que las lecturas bíblicas nos confirman el mensaje más esperanzador de parte de Dios.

Jueves cuarto de cuaresma

Jueves cuarto de cuaresma

Siempre sorprende cómo la Palabra de Dios ofrece una salida cuando parece que todo se cierra o se oscurece. Aún en las peores circunstancias, siempre, hay quien intercede por el pueblo.

Miércoles cuarto de cuaresma

Miércoles cuarto de cuaresma

El nuevo nacimiento viene del agua y del Espíritu; la gracia de la filiación divina, por adopción, se concede en el bautismo, por el que se nos permite invocar a Dios como Padre, fuente de la mayor alegría.