
34. Dietrich Bonhoeffer: Discipulado y muerte
Aquellos que no estén preparados para tomar la cruz, aquellos que no estén preparados para entregar sus vidas al sufrimiento y al rechazo de los otros, pierde se comunidad con Jesucristo y no son discípulos.

35. Frederica Mathewes-Green: Pidiendo y dando perdón
¿Cómo podemos perdonar? Recordando cuánto nos ha perdonado Dios. Es así de simple.

36. Thomas à Kempis: Silencio y soledad
Establece el tiempo oportuno para hacer una profunda reflexión personal, y piensa a menudo sobre los muchos beneficios que Dios te hace.

31. Richard Rohr, O.F.M.: Being prayer
Orar es vivir conscientemente dentro de Dios. Eso es todo.

32. Mary Lynn Hendrickson: Desconecta los aparatos electrónicos
Podemos pasar tiempo lejos de nuestra pareja, pero no podemos vivir alejados del teléfono móvil.

33. Dorothy Day: Obras de misericordia
La verdadera penitencia es trabajar, darse a los otros, o soportar los pinchazos de la vida de comunidad…
Lunes Santo. Oraciones para Semana Santa
Tu cruz adoramos, Señor, y veneramos tu pasión gloriosa. Ten piedad de nosotros, tú que has muerto por nosotros.
Domingo de Ramos
Hemos alcanzado el final de la cuarentena. Nos parece mentira. El proyecto parecía difícil, y sin embargo, una vez más, se cumple la Palabra del Señor. Él da el maná, la fuerza, la luz, la capacidad para cada día.
Domingo de Ramos. Oraciones para Semana Santa.
Ábrenos de par en par la puerta de tu costado, para que el río de la Vida nos arrastre y nos devuelva al regazo de Dios, y en Él encontremos el descanso.
Sábado quinto de cuarema
Estamos a punto de alcanzar el final de la cuarentena cuaresmal. Como si estuviéramos a las puertas de entrar en la Tierra de la Promesa, Ezequiel adelanta proféticamente la meta del camino, la celebración de la alianza de Dios con su pueblo. “Haré con ellos una alianza de paz, alianza eterna pactaré con ellos”.
Viernes quinto de cuaresma
En este día, no olvidamos la advocación de la Virgen de los Dolores. Ella es la mujer fuerte. Si Susana, los jóvenes de Babilonia y Jeremías no se arredraron frente a quienes los perseguían, la madre de Jesús acompañará a su Hijo hasta el pie del madero, sabiendo también de quién se ha fiado.