Pocos pensadores han influido en mí tan profundamente como Robert L. Moore. ¿De quién se trata? Es un erudito que ha pasado casi 50 años estudiando la energía humana desde la perspectiva de la psicología, antropología y espiritualidad.
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Estar siempre distraídos
Hay una historia en la tradición hindú que hace correr algo así: Dios y un hombre van bajando a pie por un camino. El hombre pregunta a Dios: “¿Cómo es el mundo?” Dios responde: “Me gustaría explicártelo, pero tengo seca la garganta. Necesito una taza de agua fría. Si puedes ir y traérmela, te diré cómo es el mundo”.
No ser tacaños con la misericordia de Dios
Mientras el número de personas que asisten a los servicios de la iglesia continúa descendiendo, la tentación entre muchos de nuestros líderes y ministros de iglesia es ver esto más como una poda que como una tragedia y responder haciendo la misericordia de Dios menos accesible en vez de más.
Las penas con que podemos vivir
En su reciente libro “El invento de las alas”, Sue Monk Kidd nos presenta a una heroína profundamente conflictiva, Sarah, una mujer altamente sensible, que cría a la hija de un amo de esclavos y a un niño privilegiado. Pero la sensibilidad moral de Sarah corta su sensación de privilegio, y ella hace una serie de duras opciones para distanciarse tanto de la esclavitud como del privilegio.
Cansados de tener paciencia
Hace treinta años, antes del secuestro aéreo del 11 de septiembre de 2001, antes de bombardero del zapato y otros como él, era sencillo viajar en avión. No necesitabas quitarte los zapatos para pasar el puesto de seguridad, podías llevar contigo líquidos, ordenadores portátiles y otros aparatos electrónicos; si tenías alguno no tenías que sacarlos de los bolsos de mano que llevabas, la puerta de la cabina del piloto no estaba cerrada con acero, y había mucha menos paranoia en general respecto a la seguridad. Incluso lograbas ver al piloto ocasionalmente.
Nuestra contemplación de la ciudad
Jesús -según parece- tenía sentimientos encontrados para con el mundo. Él amaba el mundo, entregó su vida por él y nos desafió a amar el mundo aun habiéndolo criticado duramente y dejando claro que éste era opuesto a Él.
La Soledad, su Agonía Final en la Muerte
Cuando tenía yo 22 años, seminarista todavía, tuve el privilegio de tener una experiencia excepcional de desierto. Estuve yo en el hospital durante varias semanas, sentado con mis hermanos en una habitación de cuidado paliativo, viendo a mi padre morir.
Amor, Fe y Ritual
No es fácil mantener vivo el amor, al menos con constante fervor emocional. Malentendidos, irritaciones, cansancio, celos, heridas, diferencias temperamentales, falta de aprecio de lo que se tiene, y el simple aburrimiento, minan invariablemente nuestros márgenes emocionales y afectivos y, pronto, el fervor da paso a la rutina, la ranura se convierte en surco y el amor parece que desaparece.
La muerte y la comunión de los santos
Cuando éramos niños, como parte de nuestra oración en familia, teníamos la costumbre de orar parar tener una muerte feliz. Yo me lo imaginaba de la siguiente manera: Morías acunado en los brazos tiernos de la familia, de los amigos y de la iglesia, en plena paz con Dios y con todos los que te rodean.
Dios y Sexo
La gente de nuestro mundo de hoy piensa que comprende el sexo. Pero no es así. Además, comienza ya a no hacer caso, e incluso a desdeñar, el modo cómo el cristianismo entiende la sexualidad.
Un Retrato de Dorian Gray y de Nuestra Cultura
¡Un nuevo Hedonismo, eso es lo que nuestro siglo quiere! Oscar Wilde profetizó esto hace más de un siglo y, según parece, es ahí precisamente hacia donde hemos evolucionado en nuestro mundo occidental.