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Sagrado permiso para estar en agonía 

Sagrado permiso para estar en agonía 

Ronald Rolheiser | En el Exilio
Vivimos esta vida “gimiendo y llorando en un valle de lágrimas”. Esto era parte de una oración que mis padres rezaban cada día de su vida adulta, como hacían muchos otros de su generación. A la luz de las sensibilidades contemporáneas (y las espiritualidades unilaterales), esto podría sonar a morboso.

Los desafíos de las familias cristianas

Los desafíos de las familias cristianas

Eliana CevallosLa alegría del amor
El capítulo segundo tiene un título por demás sugerente: “Realidad y desafíos de las familias”. Es sugerente porque nos ubica en el realismo crudo sobre lo que vivimos en la actualidad y al mismo tiempo, nos invita a asumir el reto que esto implica. Lo iremos viendo poco a poco en las próximas entregas.

Vivir la comunión en familia

Vivir la comunión en familia

Eliana CevallosLa alegría del amor
En la exhortación apostólica del Papa Francisco sobre el amor en la familia, se puede encontrar más de una vez la relación entre familia y comunión. Es preciso entonces reflexionar de modo concienzudo en lo que significa “comunión”.

Nuestra más profunda soledad

Nuestra más profunda soledad

Robert Coles, psicólogo de Harvard, al describir a la mística francesa Simone Weil, indicó una vez que lo que ella sufrió en realidad y lo que motivó su vida fue su soledad moral. ¿Qué es eso? La soledad moral es lo que experimentamos cuando anhelamos la afinidad moral, esto es, un alma gemela, alguien que nos conozca, comprenda y honre todo lo más profundo y valioso que hay en nuestro interior.

Rendirse al amor

Rendirse al amor

Quizás todas las invitaciones que Jesús nos hizo puedan ser resumidas en una sola palabra: rendición. Necesitamos rendirnos al amor. Pero ¿por qué es difícil? ¿No debería resultar lo más natural del mundo?

¡Una sola frase lo dice todo!

¡Una sola frase lo dice todo!

Nos has hecho para ti, Señor, y nuestros corazones están inquietos hasta que descansen en ti. Ninguna frase, fuera de la escritura, me ha hablado nunca de manera tan poderosa, persistente y sugerente como esa frase de san Agustín. En esencia, es la historia de la vida de Agustín y también la historia de cada una de nuestras propias vidas.

La dos caras de la hipocresía

La dos caras de la hipocresía

¡Qué sutil es la hipocresía! Qué fácil es no ver nuestras propias incoherencias, aunque veamos tan nítidamente los defectos de los demás. ¿Estamos obstinadamente ciegos, o es que simplemente no vemos? ¿Es un problema moral o visual? Veamos estos ejemplos:

El permiso de Dios para la fatiga humana.

El permiso de Dios para la fatiga humana.

Alguien preguntó una vez a Teresa de Lisieux si estaba mal dormirse mientras se rezaba. Ella respondió: En absoluto. Un niño pequeño es igualmente agradable a sus padres, despierto o dormido – ¡probablemente más cuando duerme!

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