Más que cualquier otra cosa, lo que quizás estamos buscando de modo inconsciente es un confesor, alguien a quien podamos abrir nuestros corazones, serle completamente transparentes, contarle nuestra confusión interior y admitir libremente nuestros pecados.
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Formas Sutiles de Idolatría
Cada vez que vayamos a la oración, o a ejercer nuestro ministerio, o a hacer algo religioso, es bueno preguntarnos a nosotros mismos: ¿De quién o de qué se trata, realmente?
¡Cuidado con seguir a la multitud!
En los Evangelios las palabras “multitud” (o “muchedumbre”) casi siempre se usan en sentido peyorativo, tanto es así que casi cada vez que aparecen esas palabras se las puede introducir con el adjetivo “estúpida” o “insensata”.
Lidiando con el «Complejo de Caín»
Tenemos en nuestros corazones algo de la envidia y amargura de Caín y tenemos nuestras manos algo manchadas de sangre. También nosotros, como Caín, hemos asesinado por celos, envidia y amargura.
Madurez en las relaciones amorosas y en la oración
La oración resulta fácil solamente a los principiantes o a los ya santos. Durante todos esos largos años intermedios, la oración es difícil.
Editando y Corrigiendo Tu Propia Vida
Las leyes matemáticas y físicas han sido siempre una de nuestras mayores constantes. No cambian, son previsibles y fiables, no propensas a extrañas sorpresas. Pero ahora, cada vez más, los científicos se están percatando de que incluso las leyes físicas a veces ofrecen sorpresas inesperadas y muestran una libertad que nos deja perplejos.
¿Qué Dios Se Nos Revela en Navidad?
El poder de Navidad es como el poder de un bebé, te desarma de tal manera que finalmente te abruma y te arrolla.
Los Accidentados Orígenes de la Gracia
Lo que los evangelios subrayan en el nacimiento de Jesús arroja luz sobre la historia cristiana subsiguiente y sobre nuestras propias vidas.
Lidiar con el terrorismo
Hacer las paces con el terrorismo, como estamos dolorosamente aprendiendo, requerirá más que armas de fuego y poder militar.
Ansia, deseo, añoranza… y el rostros de Dios
En el centro de nuestra experiencia vital encontramos una enfermedad incurable: un desasosiego, una inquietud, una soledad, un anhelo, una ansiedad, un deseo, un sufrimiento por algo que nunca podemos identificar del todo.
Ad Usum, para Uso
En el fondo, ninguno de nosotros es dueño de nada, y nada nos llega por derecho. Todo es don.