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El suicidio y el alma

El suicidio y el alma

Hace más de cincuenta años, James Hillman escribió un libro titulado El suicidio y el alma. El libro se destinaba a los terapeutas, y Hillman sabía que no recibiría una fácil acogida allí ni en ningún otro sitio. Había razones para eso. Él admitió francamente que algunas de las cosas que proponía en el libro “irían contra todo sentido común, toda práctica médica y la racionalidad misma”.

La búsqueda de una verdad indudable

La búsqueda de una verdad indudable

En un libro, 12 Reglas para la vida: un antídoto contra el caos, que con razón está causando sensación hoy en muchos círculos, Jordan Peterson trata sobre su propio viaje hacia la verdad y la finalidad que tiene la vida. Aquí está esa historia:

¿Qué hay en un nombre?

¿Qué hay en un nombre?

Estamos llamados a cambiar de nombre. Todos estamos familiarizados con el incidente de la biblia donde Dios cambia el nombre de Abrán por el de Abrahán. El cambio parece tan pequeño que con frecuencia ni siquiera es recogido por los que leen ese texto. ¿Cuál es la diferencia entre Abrán y Abrahán?

Cerrando un abismo insalvable

Cerrando un abismo insalvable

"Además de todo esto, entre tú y nosotros se ha abierto un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a ti no pueden hacerlo, y nadie puede cruzar de allí a nosotros." Abraham dice estas palabras a un alma que está en el infierno en la famosa parábola del rico y Lázaro (Lucas 16, 19-21).

Castidad y amor

Castidad y amor

Ay de la castidad que no se practica por amor, pero ay del amor que excluye la castidad! Estas son las palabras de Benoit Standaert, un monje benedictino, y creo que se pueden ser provechosas para nuestra cultura de hoy, donde, en detrimento de todos, los sexualmente activos y los comprometidos con el voto de celibato por igual, la sexualidad y la castidad son generalmente vistas como opuestas entre sí, como enemigas. 

Oda a la iglesia

Oda a la iglesia

Carlo Carreto fue un monje italiano que murió en 1988. Durante muchos años, vivió como eremita en el desierto del Sahara, tradujo las Escrituras a la lengua tuareg y, desde la soledad del desierto, escribió algunos extraordinarios libros espirituales.

La bondad ordinaria y nuestro itinerario espiritual

La bondad ordinaria y nuestro itinerario espiritual

El escritor de espiritualidad Tom Stella cuenta una historia de tres monjes en oración en la capilla de su monasterio. El primer monje se imagina a sí mismo siendo llevado al cielo por los ángeles. El segundo monje se imagina a sí mismo ya en el cielo, cantando las alabanzas de Dios con los ángeles y santos…

Fe y miedo

Fe y miedo

Un soldado corriente no tiene miedo a la muerte, y en cambio Jesús sí que tuvo. Iris Murdoch escribió esto, y esa verdad puede ser algún tanto desconcertante. ¿Por qué? Si alguien muere con profunda fe, ¿no debería morir en cierta calma y tener la confianza de obtener el premio de esa fe?

Los jóvenes, hoy – ¿Quiénes son en realidad?

Los jóvenes, hoy – ¿Quiénes son en realidad?

Un seminarista a quien conozco fue recientemente, un viernes por la tarde, a una fiesta tenida en un local del campus universitario. El grupo estaba compuesto por un gentío de estudiantes universitarios jóvenes, y cuando él fue presentado como seminarista, como alguien que trataba de llegar a ser sacerdote y que había hecho un voto de celibato, la mención de celibato evocó ciertas risitas en el local, alguna burla y chistes sobre lo mucho de lo que él debe prescindir en la vida.

Los diez mandamientos de la misericordia

Los diez mandamientos de la misericordia

Entre los Diez Mandamientos, uno empieza con la palabra “acuérdate”: Acuérdate de mantener santo el Sábado. Nos recuerda tener en cuenta algo que ya sabes. Hay mandamientos de misericordia escritos en nuestro mismo ADN. Ya los conocemos, pero necesitamos recordarlos más explícitamente. ¿Cuáles son?

DANIEL BERRIGAN – RIP

DANIEL BERRIGAN – RIP

¡Antes de que te comprometas en serio con Jesús, considera primero en qué grado vas a dar una buena imagen en el madero (de la cruz)!  Daniel Berrigan escribió esas palabras, que expresaron bien quién era él y en qué creía. Murió a la edad de 94 años.

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