No todos tienen el privilegio de poder trabajar. Muchos lo hacen en condiciones injustas y deprimentes. El número de hombres y mujeres en desempleo es muy elevado.

No todos tienen el privilegio de poder trabajar. Muchos lo hacen en condiciones injustas y deprimentes. El número de hombres y mujeres en desempleo es muy elevado.
A través de su Palabra ha creado el mundo, ha elegido un pueblo y le ha hecho conocer su misterio y su designio de salvación.
Las palabras han dejado ya de ser, muchas veces, instrumentos de comunión y de comunicación entre los hombres, y se han convertido, con frecuencia, en medios especialmente aptos para el engaño y hasta para el chantaje.
Al atardecer de la vida nos examinarán de amor. Pero mientras tanto, al llegar el fin de cada día podemos hacer unos buenos parciales si sabemos conjugar adecuadamente dos verbos bien cristianos: perdonar y agradecer.
Todo es violentado, desde las normas de convivencia hasta la vida de las personas. La vida aparece amenazada desde el principio hasta el fin.
Se trata de la misión que la Iglesia ha recibido de su Señor resucitado: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Noticia a toda creatura»
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