Todas las numerosas visitas salvadoras de Dios a su Pueblo culminan en la grande y definitiva Visita que se llama Jesús, que es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros para siempre.

Todas las numerosas visitas salvadoras de Dios a su Pueblo culminan en la grande y definitiva Visita que se llama Jesús, que es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros para siempre.
La tradición nos ha acostumbrado mal a asociar la. santidad con el monacato y muy poco con la praxis pública. Esta separación de competencias no es lícita.
La experiencia de Dios se produce desde mi punto de vista cuando tenemos un encuentro con Otro, con Otros y se produce la experiencia de una relación, que se sitúa «más allá» de la propia experiencia.
Sin pretender abarcar toda la amplitud del tema, limitaré mi respuesta a dos ejes fundamentales. La tarea del cura para con los laicos y las opciones pastorales, consciente de que muchos otros quedan en el tintero.
La pobreza, el pobre, es un tema fundamental de continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y, quizás, la línea más pura y genuina de su espiritualidad.
Porque ella, como primera creyente, es parangón, espejo, haz que ilumina sobre el cómo de la existencia cristiana.
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