Salvarse es tener inscrito el nombre en el libro de la vida. Borrar el nombre de ese libro equivale, en el lenguaje bíblico, a condenarse, que es perderse para siempre.

Salvarse es tener inscrito el nombre en el libro de la vida. Borrar el nombre de ese libro equivale, en el lenguaje bíblico, a condenarse, que es perderse para siempre.
Se pueden señalar más; la pluralidad real de los matrimonios implica diferentes etapas en su evolución.
Querido Mahatma, eras hindú a tu manera. Y también cristiano a tu manera.
¡Cuánto dura el invierno! No sólo ocupa los meses de junio a septiembre.
Efectivamente, todo es gracia; y la gracia nos iguala a todos en el amor.
A pesar de que la vida os ha probado con sus dificultades, no ha sido capaz de venceros en el obstinado proyecto de hacer del amor vuestra razón de vivir.
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