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Iglesia

20. El problema, la interioridad

20. El problema, la interioridad

La interioridad está relacionada con la persona misma de Jesús, hombre perfecto: de lo que se trata es de ‘transformarse en imagen de Jesucristo’

Hacerse como niños, acoger a los niños

Hacerse como niños, acoger a los niños

De la proximidad existencial al Jesús niño y al empequeñecimiento de Dios, brotará amor a la niñez y a cada niño. Un tal amor será anticipo de aquella felicidad en la que entró por siempre Jesucristo. El mismo nos lo sigue recordando: «Quien acoge a un ni

El Espíritu vino sobre María

El Espíritu vino sobre María

El Espíritu vino sobre María, y todos los hombres descubrimos la humanidad y la jovialidad de nuestro Dios.

Día 5: MARÍA ANTE LA REVELACIÓN DE DIOS

Día 5: MARÍA ANTE LA REVELACIÓN DE DIOS

Cuando Dios se revela hay que prestarle la obediencia de la fe, por la que el hombre se confía libre y totalmente a Dios. Esta descripción de lafe encontró una realización perfecta en Maria (RM, 13).

Día 7: LA FE OSCURA DE MARÍA

Día 7: LA FE OSCURA DE MARÍA

Maria, que… se ha encontrado en el centro mismo de los mescrutables caminos y de los insondables designios de Dios, se conforma a ellos en la penumbra de la fe, aceptando plenamente y con corazón abierto todo lo que está dispuesto en el designio divino (RM, 14).

Día 8: MARíA DURANTE LA VIDA OCULTA DE JESÚS

Día 8: MARíA DURANTE LA VIDA OCULTA DE JESÚS

 Maria durante muchos años permaneció en intimidad con el misterio de su hijo y avanzaba en su itinerario de fe, a medida que Jesús progresaba en sabiduría, en gracia ante Dios y ante los hombres. La primera de las criaturas humanas admitida al descubrimiento de Cristo era Maria, que vivía con José en la casa de Nazaret (RM, 17).

Día 9: EL ANUNCIO DE UNA FE DOLOROSA

Día 9: EL ANUNCIO DE UNA FE DOLOROSA

El anuncio de Simeón parece como un segundo anuncio a Maria, dado que le indica la concreta dimensión histórica en la cual el hijo cumpliró su misión, es decir, en la incomprensión y en el dolor… Le revela que deberá vivir en el sufrimiento su obediencia de lafe al lado del Salvador que sufre y que su maternidad será oscura y dolorosa (RM, 16).