Si la maternidad de María respecto de los hombres ya había sido delineada preceden temente, ahora junto a la cruz es precisada y establecida claramente; ella emerge de la definitiva maduración del misterio pascual del Redentor. La madre de Cristo, encontrándose en el campo directo de este misterio que abarca a todo hombre, es entregada al hombre —a cada uno y a todos— como madre (RM, 23).
Artículos en:
Iglesia
Día 16: LA MUJER ENEMISTADA CON LA SERPIENTE
Jesucristo con su muerte redentora vence el mal del pecado y de la muerte en sus mismas raíces; así se cumple la promesa con tenida en el protoevangelio: la estirpe de la mujer pisará la cabeza de la serpiente (Gn 3, 15). Es significativo que al dirigirse Jesús a la madre desde lo alto de la cruz, la llame mujer y le diga: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» (RM, 24).
Día 17: LAS DOS MUJERES EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
Las palabras que Jesús pronuncia desde lo alto de la cruz significan que la maternidad de su madre encuentra una "nueva" continuación en la Iglesia y a través de la Iglesia, simbolizada y representada por Juan… La santa Madre de Dios, por medio de la Iglesia, permanece en el misterio de Cristo como la «mujer» indicada por el libro del Génesis (RM, 24).
Día 18: MARÍA. TESTIGO DE JESÚS EN PENTECOSTÉS
Al comienzo del camino de la Iglesia, María está presente. La vemos en medio de los apóstoles en el cenáculo «implorando con sus ruegos el don del Espíritu»… Aquel primer núcleo de creyentes… era consciente de que Jesús era el hijo de María y que ella era su madre y, como tal,… un testigo singular del misterio de Jesús (RM, 26).
Día 19: LA FE DE MARÍA EN PENTECOSTÉS
En la economía de la gracia, actuada bajo la acción del Espíritu Santo, se da una particular correspondencia entre el momento de la encarnación del Verbo y el del nacimiento de la Iglesia. La persona que une estos dos momentos es María. En ambos casos su presencia discreta, pero esencial, indica el camino del nacimiento del Espíritu (RM, 24).
Día 20: MARÍA, EJEMPLO DE LA FE QUE OBEDECE
La misión de los apóstoles comienza en el momento de su salida del cenáculo de Jerusalén. La Iglesia nace y crece entonces por medio del testimonio que Pedro y los demás apóstoles dan de Cristo crucificado y resucitado. María no recibió directamente esta misión apostólica… Estaba, en cambio, en el cenáculo, donde los apóstoles se preparaban a asumir esta misión con la venida del Espíritu. En medio de ellos, María perseveraba en la oración como madre de Jesús (RM, 26).
No se encontraron resultados
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.