El ayuno y la oración tienen su mejor complemento en la limosna. La triple recomendación cuaresmal se objetiva cuando afecta al bolsillo. “Os digo una cosa: si el jubileo no llega a los bolsillos, no es un verdadero jubileo. ¿Lo entendéis?
Artículos en:
Tiempos fuertes
El ayuno
La Cuaresma se identifica mentalmente con el tiempo ascético, tiempo de ayuno y abstinencia. En los Monasterios, estas privaciones se guardan especialmente los miércoles y los viernes, además de que toda la Cuaresma se vive en régimen de austeridad.
Oración
Este tiempo es propicio para atender a tres llamadas de la Palabra: ayunar, compartir los bienes y orar, que responden al mandamiento de amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente y con todas las fuerzas. Y ante las tentaciones del afán de poder, de los deseos de tener y de placer, se nos recomiendan los antídotos de orar, dar limosna, y ayunar.
Ceniza
La Iglesia, como rito de apertura del Tiempo Cuaresmal, invita a los fieles a la ceremonia de la imposición de la ceniza, a la vez que los llama a la conversión y al encuentro consigo mismos con el símbolo existencial que evocan las palabras: “Recuerda de que eres polvo”. Aunque también hay otra fórmula, quizá más pedagógica y positiva: “Convertíos y creed en el Evangelio”.
Concierto (24 de diciembre)
He invitado a los ángeles músicos para que den un concierto en Nochebuena, y sin dudarlo, se han ido a recoger los instrumentos. He visto que traían tambores, címbalos, sistros, arpas, liras, cítaras, flautas, oboes, trompetas, salterios…
Aguinaldo (22 de diciembre)
Es tiempo de ofrendas, de aguinaldos, de compartir los dones, de acordarse de quienes tienen menos, de regalarse a los amigos con gestos de amor sincero, con buenas nuevas y presencias solidarias.
Seguimiento
Jesús dice a sus discípulos “Vamos a Jerusalén”, con palabras remecidas de sentimiento. Con ellas, el Maestro les está indicando el momento más recio de su vida, por los acontecimientos ya próximos de su Pasión.
El Bautismo
Toda la Cuaresma apunta a la Noche de Pascua, cuando se bautizan los catecúmenos y todos los bautizados renovamos de manera solemne las promesas bautismales. En el transcurso de la cuarentena, en varios momentos, las lecturas bíblicas evocan de manera simbólica el bautismo. Siempre que aparece alguna escena con referencias al agua y a la purificación se puede interpretar desde la perspectiva bautismal.
Compasión
La palabra “compasión” significa padecer con, com-padecer, y sin duda este tiempo nos conduce a la contemplación de los misterios de la Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, para sufrir con quien va a la Cruz para redimirnos de nuestros pecados. La compasión tiene que ver también con la misericordia, pues ambas son un sentimiento que nace de las entrañas conmovidas.
Transfiguración
No es indiferente que la Iglesia escoja para el segundo domingo de Cuaresma el relato de la Transfiguración de Jesús. Con ello intenta aplicar la misma pedagogía que tuvo el Maestro con sus discípulos más íntimos, cuando se los llevó a un monte alto y su rostro resplandecía de luz, y sus vestidos tomaban el color de la gloria, blancos como ningún batanero los podía dejar,
Conversión
Al inicio de la Cuaresma, en el momento de recibir la imposición de la ceniza, el sacerdote pronuncia, una invitación: “Conviértete y cree en el Evangelio”. La conversión suele referirse a quienes de pronto, por gracia, vuelven a la Iglesia, se encuentran con el Señor, sienten dolor por su vida pasada y cambian de manera notable.