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Tiempos fuertes

¡Albricias! (21 de diciembre)

¡Albricias! (21 de diciembre)

Déjame hoy irrumpir en alabanzas ante el anuncio de que está ya cerca el Señor. Déjame permanecer atento, por si llega  el que espero, y llama a mi puerta quedamente. No deseo incurrir en distracciones, si se oyen ya los cánticos al alba.

La señal (20 de diciembre)

La señal (20 de diciembre)

En todo contrato de transacción de bienes suele estipularse, antes de cerrarlo definitivamente, el adelanto de una señal. Si el contrato se firma, la señal se descuenta; si no se llega a cerrar el contrato, la señal se pierde.

Fecundidad (19 de diciembre)

Fecundidad (19 de diciembre)

En muchas ocasiones, nuestros afanes chocan  con el muro de lo imposible, y en esos casos, sentimos la frustración al constatar nuestros límites y la falta de fuerzas para resolver los obstáculos que se nos presentan en la vida.

Esperanza (18 de diciembre)

Esperanza (18 de diciembre)

La esperanza puede ser una actitud positiva en quienes son optimistas por temperamento o porque en la vida han tenido suerte y todo les va bien. Pero esta esperanza, aunque ayuda, no es la virtud teologal que espera contra toda esperanza.

Amor (15 de diciembre)

Amor (15 de diciembre)

La sociedad se rige por las relaciones interpersonales. Los afectos y desafectos, como las empatías, están en el origen de muchas historias particulares y políticas. La amistad es un don precioso, y la experiencia de la relación amiga, un tesoro. Pero aún hay mayor don, cuando lo que se recibe es amor sin causa que lo provoque.

Parábola de Adviento

Parábola de Adviento

Alguien escribió hace unos años una preciosa parábola sobre” las estaciones del espíritu”… Ya podéis suponer que se refería al abrigo que proporciona a cada creyente cada una de las estaciones del año: la primavera, el verano, el otoño y el invierno.

Seguimiento

Seguimiento

Jesús dice a sus discípulos “Vamos a Jerusalén”, con palabras remecidas de sentimiento. Con ellas, el Maestro les está indicando el momento más recio de su vida, por los acontecimientos ya próximos de su Pasión.

El Bautismo

El Bautismo

Toda la Cuaresma apunta a la Noche de Pascua, cuando se bautizan los catecúmenos y todos los bautizados renovamos de manera solemne las promesas bautismales. En el transcurso de la cuarentena, en varios momentos, las lecturas bíblicas evocan de manera simbólica el bautismo. Siempre que aparece alguna escena con referencias al agua y a la purificación se puede interpretar desde la perspectiva bautismal.

Compasión

Compasión

La palabra “compasión” significa padecer con, com-padecer, y sin duda este tiempo nos conduce a la contemplación de los misterios de la Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, para sufrir con quien va a la Cruz para redimirnos de nuestros pecados. La compasión tiene que ver también con la misericordia, pues ambas son un sentimiento que nace de las entrañas conmovidas.

Transfiguración

Transfiguración

 No es indiferente que la Iglesia escoja para el segundo domingo de Cuaresma el relato de la Transfiguración de Jesús. Con ello intenta aplicar la misma  pedagogía que tuvo el Maestro con sus discípulos más íntimos, cuando se los llevó a un monte alto y su rostro resplandecía de luz, y sus vestidos tomaban el color de la gloria, blancos como ningún batanero los podía dejar,

Conversión

Conversión

Al inicio de la Cuaresma, en el momento de recibir la imposición de la ceniza, el sacerdote pronuncia, una invitación: “Conviértete y cree en el Evangelio”. La conversión suele referirse a quienes de pronto, por gracia, vuelven a la Iglesia, se encuentran con el Señor, sienten dolor por su vida pasada y cambian de manera notable.

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