En general, la Navidad es sinónimo de fiesta, de alegría, de familia, de ronda callejera. Sin embargo, para muchos son días en los que la soledad, el duelo, la intemperie, el desgarro, el luto se hacen más fuertes. ¿Dónde fundar la invitación a la alegría que hacen la Palabra y la Liturgia? ¿Por qué cantar y sentir gozo?
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Tiempos fuertes
El fuego (10 de diciembre)
Hoy es presentado el profeta Elías como fuego. Si hay una imagen hogareña, que atrae los ojos en el salón o en la estancia de una casa, es el fuego encendido en la chimenea. Ante las llamas se embelesan los ojos. El fuego es calor, vida, refugio, pero también cabe que por el fuego se incendie el bosque y que arrase y destruya.
La belleza (9 de diciembre)
Dios Creador, Alfarero divino, si al hacer al hombre te entretuviste como artesano y plasmaste en nuestro barro el destello de tu semblante; si enamorado de la obra salida de tus dos manos, como diría san Ireneo, nos infundiste el soplo de tu Espíritu; …
El descanso (8 de diciembre)
Nuestra sociedad se caracteriza por la prisa, el activismo, la productividad, el afán de novedad, por el deseo de nuevas noticias y de últimos productos. Lo efímero, el consumismo, lo desechable, el deseo de la sensación inmediata se imponen, y se sufre ansiedad, estrés, agotamiento, fatiga, desencanto, escepticismo, desesperanza…
“Consolad, consolad” (7 de diciembre)
A veces me parece que la exhortación del profeta puede sonar a sentimiento blando, procedente de un buenismo compasivo, sin realismo. Y, sin embargo, siento la llamada al ministerio de la escucha, del acompañamiento entrañable, del que el papa Francisco me ha hecho mensajero…
El desierto (6 de diciembre)
El desierto se nos representa como tierra yerma, sin agua, estéril, donde acampa la desolación, la desesperanza, la tentación, la sed, y surge el vértigo de la soledad, y hasta el mal deseo de aniquilarse.
Ejercicio de memoria (V Jueves de Cuaresma)
Un ejercicio espiritual que ayuda a mantener la esperanza es recordar lo bueno que nos ha pasado en la vida, y los momentos de luz, de fuerza, que nos han acontecido, en muchas ocasiones en circunstancias adversas.
Viernes de Dolores (V Viernes de Cuaresma)
En muchos lugares, la piedad cristiana dedica este viernes a contemplar de manera especial a la Madre de Jesús, próximos los días de su Pasión, fechas en los que la Liturgia se centra en la persona del Señor.
Crisis (V Martes de Cuaresma)
Normalmente, cuando la travesía es muy larga, en algún punto del camino se llega al agotamiento, y el cansancio hace surgir el mal pensamiento de haberse equivocado quizá en el proyecto.
La mujer (V Lunes de Cuaresma)
La Biblia tiene diversas lecturas posibles, y sin prescindir del posible sentido histórico y literal de los textos, nos encontramos con que es un libro sagrado, con un mensaje espiritual y teológico, que ilumina la vida del creyente.
Domingo de Pasión. Novedad de vida (V domingo de Cuaresma)
No hay tiempo que perder, los acontecimientos se precipitan. La Palabra del Señor nos dice cómo convertir la muerte en vida, los llantos en cantares, la tristeza en gozo. Es la paradoja del Evangelio: “Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.