Con frecuencia nos sorprendemos al observar cómo algunas personas parecen incansables, a pesar incluso de su edad, y de sus muchas tareas. No son los estímulos humanos los que dan fuerza a quienes entregan su vida por amor. Han encontrado el tesoro de la esperanza.
Artículos en:
Tiempos fuertes
I MARTES DE ADVIENTO: (Is 40, 1-11; Sal 95; Mt 18, 12-14)
Nuestro Dios es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en piedad. Nuestro Dios es bueno, como pastor que cuida su rebaño, como centinela que guarda la ciudad, como labrador que cuida su viña, como padre que ama a sus hijos.
II Lunes de Adviento: (Is 35, 1-10; Sal 84; Lc 5, 17-26)
Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios” (Is 35, 1-2).
8 de diciembre: Inmaculada Concepción (Gén 3, 9-15. 20; Sal 97; Ef 1, 3-6. 11-12; Lc 1, 26-38
En el texto de la Anunciación, se descubre la profecía del autor del libro del Génesis. Donde señala la descendencia de la mujer que vencerá al Malo, cabe contemplar el acontecimiento de la Encarnación.
II DOMINGO DE ADVIENTO: (Is 11, 1-10; Sal 71; Rom 15, 4-9; Mt 3, 1-12)
Parece como si el profeta no fuera de este mundo, como si no tuviera experiencia de la sociedad, y viviera en un universo idílico. Y sin embargo, su visión adelanta lo que después dirá San Pablo: “Revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador, donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos.
I Sábado de Adviento: (Is 30, 19-21. 23-26; Sal 146; Mt 9, 35 – 10, 1. 6-8)
Si el profeta Isaías consuela a los deportados con palabras de esperanza, más allá de que se experimente escasez en la comida y bebida, ¡cuánto más deberemos acoger las palabras del profeta, si ya sabemos que la razón de todo consuelo es el nacimiento de Jesucristo!
Miércoles cuarto de cuaresma
El nuevo nacimiento viene del agua y del Espíritu; la gracia de la filiación divina, por adopción, se concede en el bautismo, por el que se nos permite invocar a Dios como Padre, fuente de la mayor alegría.
Martes cuarto de cuaresma
Los árboles que permanecen junto a la corriente del manantial del santuario se mantienen con fruto y no se marchitan sus hojas; quienes se acercan al Señor y beben del agua que Él nos ofrece, sacian enteramente su sed.
Lunes cuarto de cuaresma
Ante la perspectiva de la Pascua que se acerca, las lecturas de hoy siguen llamándonos al gozo. “Mirad, yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva. Habrá gozo y alegría perpetua. Voy a transformar a Jerusalén en alegría” (Isa 65, 17).
Vocación Iluminada: Cuarto Domingo de Cuaresma
La Eucaristía donde recibimos una nueva lección de Jesús: Que él es la Luz que viene a iluminar nuestra vida sacándonos de las tinieblas de la ignorancia y del sin sentido.
Caminando en Cuaresma: Cuarto domingo.
Quien se resiste al perdón no llega a conocer el amor de Dios, crece en un subjetivismo nocivo, se endurece, huye del propio conocimiento, busca los defectos de los demás, se incapacita para pertenecer a la comunidad, se vuelve juez inmisericorde, se convierte en pretencioso, piensa que es invulnerable, puede llegar a enloquecer.