Pero… no soy el que pensáis
Ya no asombra nada. Nadie casi invoca. Es banal la noticia, banal el acontecimiento a distancia. Por eso intento que cada vez sean nuevas las palabras que os entrego para compartir con vosotros mis vivencias.
Navidad
Me iré hacia la Noche silenciosa en la que Dios está a punto, dispuesto para hacerse cercano y presente. Llenaré con su Alborozo todos los recovecos de posible soledad, soledad que pesa tanto.
Viernes de dolores
Semana Santa es la vida, lo que sucede cada día, y no el recuerdo de algo muy lejano.
Cotidianidad de lo real
Se mueren mucho; se mueren de todas las edades. Y de tan habitual, la muerte ya no les asusta.
Chacarero, campesino
(Continuación del relato anterior)
Cuando recorro otros caminos, allí va el chacarero, y otro, y otro: procesión por los caminos. Sus chacras, casi siempre, a muchas horas de distancia. Todos con machete, hasta los niños… para cultivar, para cortar, para defenderse
Un día, cualquiera
Y la oración se dibuja visible. Qué fácil es llegar después a descubrirle a Él en los que de algún modo se rozarán después contigo: esos pobres.
Alimentándome
Todo esto es exótico, por lo menos para mis ojos de europeo, no hechos aún a este espectáculo