La riqueza del cristiano I
Cuando nos dirigimos al Padre del cielo, ¿somos plenamente conscientes de las deudas contraídas con él?; ¡…si nos condonara esas deudas…!
El dinero del trabajo
Las riquezas que arrancamos del fondo del lago tienen una finalidad sublime: ayudar a nuestros hermanos.
Los tres dineros (II)
El ser humano necesita el pan para vivir; y algo más: tender el oído hacia Dios, aceptar su palabra e incluso comerla.
Los tres dineros (I)
Las riquezas de los magos se convierten en don-regalo hecho a un pobre perseguido, acechado por la muerte ya desde la cuna.
Amar a Dios con todas las riquezas (II)
No voy a hablar de la pobreza o de la riqueza en sí, sino de la pobreza o de la riqueza de los religiosos.
Amar a Dios con todas las riquezas
¿Son bienaventurados los pobres por el hecho de ser pobres o la pobreza ha de tener algo específico para ser bienaventurada?
La riqueza del cristiano (III)
Es posible que nuestra vida, pese a nuestro voto de pobreza, se muestre titubeante: ¿a qué altar acudir?
La riqueza del cristiano (II)
Nadie nos debe nada.La contabilidad más adecuada consiste en cancelar toda deuda, como Dios ha perdonado nuestra deuda.
La riqueza del cristiano I
Cuando nos dirigimos al Padre del cielo, ¿somos plenamente conscientes de las deudas contraídas con él?; ¡…si nos condonara esas deudas…!
El dinero del trabajo
Las riquezas que arrancamos del fondo del lago tienen una finalidad sublime: ayudar a nuestros hermanos.
Los tres dineros (II)
El ser humano necesita el pan para vivir; y algo más: tender el oído hacia Dios, aceptar su palabra e incluso comerla.