Cuaresma 2015 con Santa Teresa
Angel Moreno, desde Buenafuente del Sistal nos invita a recorrer la Cuaresma con un comentario diario teniendo como transfondo la celebración del V Centenario Teresiano.
Humildad y humillación (III Martes de Cuaresma)
Los textos sagrados de este día nos permiten ver las dos caras de una moneda: por un lado la bondad de Dios, que siempre perdona y acoge la súplica humilde de quien está angustiado, y por el otro lado, el posible cinismo, actitud humillante, de quien, habiendo sido perdonado, no tiene entrañas de misericordia para quienes conviven con él, y malversa el don del perdón recibido.
Hacer memoria (III Miércoles de Cuaresma)
Una de las claves para un buen discernimiento es recordar la propia historia, no solo los datos personales, sino los acontecimientos registrados en el interior como experiencias de gracia. Así, si se presenta una situación adversa, o un tanto dispersa, el recuerdo de lo que Dios ha hecho a lo largo de nuestra vida despierta, normalmente, el afecto hacia Él y el deseo de corresponderle.
Paradojas (III Lunes de Cuaresma)
Parece que no aprendemos nunca, y que los hechos se repiten de manera cíclica: a menudo se descubre que los extraños valoran mejor a los que destacan que los propios. La envidia, los celos, el afán de poder que impulsa a intentar desplazar al compañero suelen ser males endémicos
Solo Dios es Dios (III Domingo de Cuaresma)
A medida que avanzamos en el camino cuaresmal, la Palabra nos conduce hacia la opción creyente, por la que cada uno decide dar a Dios el culto que merece, y superar toda idolatría y dependencia de cosas y de personas.
Amor entrañable (II Sábado de Cuaresma)
Es posible que cada uno sienta impresiones diferentes ante las diversas imágenes con las que la Revelación describe a Dios. Sin embargo, algunas no solo se encuentran en la Antigua Alianza, sino que el mismo Jesús se identifica con ellas.
Grandes relatos (II Viernes de Cuaresma)
Para la comprensión de los textos bíblicos, ayuda mucho conocer la relación interna que se da entre distintos pasajes y comprobar cómo narraciones del Antiguo Testamento adquieren su sentido pleno a la luz del Nuevo Testamento.
La justificación (III Sábado de Cuaresma)
Es natural que deseemos adquirir el título por el que sentirnos justificados, como si eso se consiguiera por nuestros méritos y no por concesión de Dios, por su gracia. Pero debemos ser conscientes de la gratuidad, que no hemos merecido, que ha tenido el Creador con nosotros al darnos la vida y al redimirnos del pecado.
Los caminos del Señor (III Viernes de Cuaresma)
Sé que no hay senda más segura para llegar a alcanzar la felicidad posible en esta vida que seguir la voluntad de Dios, revelada en las Sagradas Escrituras y concentrada en sus mandamientos. “Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos” (Os 14, 10).
Tienen orejas y no oyen (III Jueves de Cuaresma)
Impresiona la denuncia del profeta de quienes, habiendo sido testigos de tantos prodigios como el Señor hizo con ellos, desoyeron sus mandatos y tomaron el camino independiente de la voluntad divina. “Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon ni prestaron oído” (Jr 7, 25)
Humildad y humillación (III Martes de Cuaresma)
Los textos sagrados de este día nos permiten ver las dos caras de una moneda: por un lado la bondad de Dios, que siempre perdona y acoge la súplica humilde de quien está angustiado, y por el otro lado, el posible cinismo, actitud humillante, de quien, habiendo sido perdonado, no tiene entrañas de misericordia para quienes conviven con él, y malversa el don del perdón recibido.
Hacer memoria (III Miércoles de Cuaresma)
Una de las claves para un buen discernimiento es recordar la propia historia, no solo los datos personales, sino los acontecimientos registrados en el interior como experiencias de gracia. Así, si se presenta una situación adversa, o un tanto dispersa, el recuerdo de lo que Dios ha hecho a lo largo de nuestra vida despierta, normalmente, el afecto hacia Él y el deseo de corresponderle.