Curas
Al servicio del Pueblo de Dios, asamblea santa, comunidad sacerdotal.
Personas accesibles, abiertas y sintonizadas con su tiempo.
Es preferible que hablen de lo que entienden, no sólo porque así acertarán sino también porque es lo que esperan de ellos los fieles.
Compañeros del laico en la tarea de la evangelización
Sin pretender abarcar toda la amplitud del tema, limitaré mi respuesta a dos ejes fundamentales. La tarea del cura para con los laicos y las opciones pastorales, consciente de que muchos otros quedan en el tintero.
Sacerdote y sacerdotisas.
Mi aportación nace de la ilusión y de la esperanza. También del sentido fraternal que permite decir las cosas con amor, sin pretender manipular a nadie.
Hombres entre los hombres.
Cada vez que releo el Nuevo Testamento, me doy cuenta de que el protagonista de esos libros es un magnífico retrato del sacerdote, del cura que yo quiero.
Alentadores de la fe de sus hermanos
El mejor servicio que los curas pueden hacer a la fe propia y ajena es vivir con entusiasmo su vocación por el Reino. En la medida en que la viven, también las comunidades somos más fraternales, más evangelizadoras y más creativas.
Hombres con vocación de servicio.
Me gusta ver al sacerdote como uno más de la comunidad que, por formación y carisma, ayuda a que crezca y vaya hacia adelante el grupo.
Ana de Felipe (economista) | Lunes 11 de Junio del 2007
Con los pies en la tierra
Dejan huellas de rabia, dolor, bondad, inocencia, libertad… Buscan un hogar donde descansar.
Rostros de cansancio y sabiduría
Los años otorgan libertad para hablar y callar, para nombrar a las cosas por su nombre, para decir la verdad claramente.
Irrenunciables Mate y Tereré
Hombres y mujeres buscan el mate y el tereré manso
del pueblo.
Tarde de paseo
Aquel caluroso domingo de agosto nos regaló una tarde de paseo.
Flores
Dejadme ahora que os hable de las flores en Paraguay, si las dejáis hablar, todos los vientos se tornarán palabras.
