Otros años, durante la Cuaresma os he enviado un breve comentario sobre las lecturas que nos propone la Iglesia cada día en la Liturgia. Por diversos medios se puede contar con este apoyo. Existen muchas publicaciones que acompañan de manera muy asequible el deseo de meditar la Palabra de Dios.
En Adviento, compartí lo que llamé “Ventanas de Adviento”, en recuerdo de la tradición alemana. Y este año, mi ofrecimiento va a tener la variante de enviaros pequeñas reflexiones sobre las palabras más significativas que aparecen en las celebraciones cuaresmales, o que contienen especial evocación del Misterio Pascual.
Podría ir desgranando, según las lecturas del día, los términos más relacionados, pero por seguir un orden alfabético, os comentaré en ese orden el sentido de algunos términos, con referencia más concreta a la Cuaresma y a la Pascua.
No es un diccionario exhaustivo, ni pretendo agotar el significado de cada una de las palabras; más bien serán pinceladas evocadoras, con el fin de despertar la atención y llamar a la contemplación de la realidad, a veces la más doméstica, con los ojos iluminados por la fe, que en definitiva, es el deseo que nos manifiesta la Iglesia en este tiempo de gracia.
Espero que, al final, al sumar las 45 palabras que comprenderá este diccionario, ya ordenadas, puedan servir para iluminar y trascender la vida desde una perspectiva teologal y cristiana.
Os adelanto las palabras escogidas: Aceite, agua, ayuno, bautismo, ceniza, compasión, conversión, cuarentena, desierto, fe, imagen, lavatorio, limosna, liturgia de la Palabra, luz, mandamientos, misericordia, oración, pan, pascua, pasión, penitencia, perdón, sacrificio, seguimiento, soledad, tentación, transfiguración, vestido, vino.
También contemplaremos las estaciones del Via Crucis: La condena a muerte, la Cruz, la caída, la Madre, el Cirineo, el rostro, la recaída, la compasión, la debilidad, el despojo, la crucifixión, la muerte, el sepulcro, y la Resurrección de Cristo.
Angel Moreno
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La tentación
En todos los ciclos litúrgicos, los domingos del Tiempo de Cuaresma se abren con en el relato de las tentaciones de Jesús, cuando el Espíritu lo condujo al desierto, según el texto evangélico, “para ser tentado”.
La limosna-Compartir
El ayuno y la oración tienen su mejor complemento en la limosna. La triple recomendación cuaresmal se objetiva cuando afecta al bolsillo. “Os digo una cosa: si el jubileo no llega a los bolsillos, no es un verdadero jubileo. ¿Lo entendéis?
El ayuno
La Cuaresma se identifica mentalmente con el tiempo ascético, tiempo de ayuno y abstinencia. En los Monasterios, estas privaciones se guardan especialmente los miércoles y los viernes, además de que toda la Cuaresma se vive en régimen de austeridad.
Oración
Este tiempo es propicio para atender a tres llamadas de la Palabra: ayunar, compartir los bienes y orar, que responden al mandamiento de amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente y con todas las fuerzas. Y ante las tentaciones del afán de poder, de los deseos de tener y de placer, se nos recomiendan los antídotos de orar, dar limosna, y ayunar.
Ceniza
La Iglesia, como rito de apertura del Tiempo Cuaresmal, invita a los fieles a la ceremonia de la imposición de la ceniza, a la vez que los llama a la conversión y al encuentro consigo mismos con el símbolo existencial que evocan las palabras: “Recuerda de que eres polvo”. Aunque también hay otra fórmula, quizá más pedagógica y positiva: “Convertíos y creed en el Evangelio”.