En el exilio

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Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible. (Ron Rolheiser, OMI)
Una doble marca original en el interior

Una doble marca original en el interior

Ronald Rolheiser | En el Exilio
De Pierre Teilhard de Chardin nos vienen estas palabras: “Porque, Dios mío, a pesar de que carezco del celo del alma y de la sublime integridad de tus santos, aun así he recibido de ti una irresistible afinidad por todo lo que se agita en la oscura masa de la materia; porque sé que yo mismo soy irremediablemente menos hijo del cielo e hijo de la tierra”.

¿Amor maduro o mero movimiento?

¿Amor maduro o mero movimiento?

Ronald Rolheiser | En el Exilio
Como sacerdote luterano, Dietrich Bonhoeffer solía dar este consejo a una pareja cuando presidía su boda: «Hoy estáis enamorados y creéis que vuestro amor sostendrá vuestro matrimonio, pero no puede. Dejad que vuestro matrimonio sostenga vuestro amor.

Refugiados, inmigrantes y Jesús.

Refugiados, inmigrantes y Jesús.

Ronald Rolheiser | En el Exilio
En las fronteras de todo el mundo encontramos hoy refugiados, millones de ellos. Se les demoniza fácilmente, se les ve como una molestia, una amenaza, como invasores, como criminales que huyen de la justicia en sus países de origen.

Una doble marca original en el interior

Una doble marca original en el interior

Ronald Rolheiser | En el Exilio
De Pierre Teilhard de Chardin nos vienen estas palabras: “Porque, Dios mío, a pesar de que carezco del celo del alma y de la sublime integridad de tus santos, aun así he recibido de ti una irresistible afinidad por todo lo que se agita en la oscura masa de la materia; porque sé que yo mismo soy irremediablemente menos hijo del cielo e hijo de la tierra”.

¿Amor maduro o mero movimiento?

¿Amor maduro o mero movimiento?

Ronald Rolheiser | En el Exilio
Como sacerdote luterano, Dietrich Bonhoeffer solía dar este consejo a una pareja cuando presidía su boda: «Hoy estáis enamorados y creéis que vuestro amor sostendrá vuestro matrimonio, pero no puede. Dejad que vuestro matrimonio sostenga vuestro amor.