En el exilio
![Ni Deprimidos ni Exhibicionistas](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//02f9c31bdebf5b27edb8f7209897a395.jpg)
Ni Deprimidos ni Exhibicionistas
El famoso sacerdote y escritor espiritual Henri Nouwen solía publicar páginas de su diario bajo el título “Guardando Luto y Bailando”. El título era completamente apropiado, ya que en su diario relataba mucho de su propio esfuerzo por expresar públicamente lo que bullía en su interior y, al mismo tiempo, por respetar una autoconciencia y reticencia muy sensibles, que le hacían dudar de expresar en público esos mismos sentimientos.
![Otras ovejas que no son de nuestro rebaño](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//edc0ce1e851fed9ce89aa376c7ebba7f.jpg)
Otras ovejas que no son de nuestro rebaño
Cuando chiquito crecí con fuertes raíces conservadoras, católico-romanas: Con el catecismo de Baltimore, la misa en latín, el rosario diario, la misa diaria a ser posible y una rica sarta de prácticas devocionales. Y eso fue un don por el que estoy profundamente agradecido.
![Picaduras de mosquito](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//b7ec7eb923aefed50f25500efe5af4c2.jpg)
Picaduras de mosquito
“Cuando entra la gracia, no hay opción – los humanos deben bailar”. El excelente poeta y ensayista W.H. Auden escribió esas palabras; y suenan tan bien que ojalá fueran verdad.
![Castidad y pureza de corazón](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//d9fc37688ec88ac04bf1aa784a873fa7.jpg)
Castidad y pureza de corazón
Vivir una vida casta no es fácil; no sólo para los célibes, sino para todo el mundo. Aun cuando mantengamos nuestras acciones en regla, aun así resulta difícil vivir con un corazón casto, con una actitud casta y con fantasías castas.
![Una Equiparación Obsesionante: Sufrimiento y Valía](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//c0a79d0a2c3c63e364855b72dfe108e2.jpg)
Una Equiparación Obsesionante: Sufrimiento y Valía
En su novela “Final Payments” (Pagos Finales), Mary Gordon expresa una ecuación o equiparación que ha influido durante mucho tiempo en la espiritualidad cristiana, tanto para bien como para mal.
![Una Invitación al Interior de la Navidad](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//454535b53fdd2fd395b66589247518e7.jpg)
Una Invitación al Interior de la Navidad
Nos peleamos demasiado sobre el tema de Navidad, discutiendo sobre su significado.Para algunos, Navidad es algo para niños. Para otros, Navidad es todo lo contrario: Insistimos más bien en que la Navidad es una fiesta para adultos…
Moneda religiosa
Nadie -sea individuo o institución- controla el acceso a Dios. Jesús lo deja bien claro. Dios actúa a través de la Iglesia y sus ministros. Pero esto sí niega toda legitimidad para exigir que la Iglesia y aquellos que ejercen el ministerio en su nombre controlen el acceso a Dios.
Nuestra pagana resistencia al otro mundo
A veces, mientras estoy presidiendo la Eucaristía o predicando, escaneo los rostros de los asistentes que tengo delante. ¿Qué es lo que revelan? Unos pocos están ansiosos, atentos, centrados en lo que está sucediendo, pero un buen número de caras, particularmente entre los jóvenes, hablan de aburrimiento, de pequeño deber y de una resignación que dice: “Ahora tengo que estar en la iglesia, aunque ojalá estuviera en otro lugar”.
Nuestra lucha por la empatía y la generatividad
En nuestra vida normal de cada día, estamos invariablemente tan preocupados por nosotros que nos es difícil ajustar a otros la misma realidad y valor que nos damos a nosotros mismos. En resumen, nos es difícil vivir en verdadera empatía, porque estamos consumidos para siempre por nuestros pesares y dolores.
Santidad, integridad y depresión
Las apariencias externas fácilmente nos pueden engañar, y a menudo lo hacen. Eso es verdad en todos los ámbitos de nuestra vida humana, y la religión no es una excepción.
El imperativo por la totalidad en Cristo
Durante más de mil años, los cristianos no han tenido el gozo de ser una familia unida en torno a Cristo. Aunque ya hubo tensiones en las primeras comunidades cristianas, hasta el año 1054 no se dio una división como para establecer, en realidad, dos comunidades cristianas formales: la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica en Occidente.