En el exilio

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Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible. (Ron Rolheiser, OMI)
Nuestros verdaderos demonios

Nuestros verdaderos demonios

¿Qué hay en una imagen? Una imagen puede grabarse de forma indeleble en nuestra conciencia, de modo que no podemos imaginar una cosa si no es de una forma determinada. Tomemos, por ejemplo, el famoso cuadro de la Última Cena de Leonardo da Vinci. Hoy en día, si cierras los ojos e intentas imaginarte la Última Cena, esa imagen te vendrá espontáneamente a la mente, aunque los estudiosos nos aseguran que no es así como Jesús y sus discípulos habrían estado sentados en esa comida. 

Una fórmula bíblica para el perdón

Una fórmula bíblica para el perdón

Nada es tan importante como el perdón. Es la clave de la felicidad y el imperativo espiritual más importante de nuestra vida. Necesitamos perdonar, hacer las paces con las heridas e injusticias que hemos sufrido para no morir enfadados y amargados. Antes de morir, necesitamos perdonar, a los demás, a nosotros mismos y a Dios, por lo que nos ha pasado en esta vida.

El Magnificat

El Magnificat

Un viejo y sabio sacerdote agustino compartió una vez esto en clase. Hay días en mi vida en los que todo, desde las presiones de mi trabajo, hasta el cansancio, la depresión, la distracción o la pereza, me dificultan la oración. Pero, pase lo que pase, siempre intento rezar al menos un Padre Nuestro sincero y concentrado cada día.

Ver lo que está cerca de nuestras puertas

Ver lo que está cerca de nuestras puertas

Henri Nouwen sugirió una vez que si quieres entender la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, puedes leer cien libros de historia y ver mil horas de documentales en vídeo, o puedes leer el Diario de Ana Frank. En esa memoria única de la joven encarcelada y posteriormente ejecutada por los nazis, verás, de primera mano, la tragedia de la guerra y lo que la guerra hace al alma humana.

Haciendo un viaje recesivo

Haciendo un viaje recesivo

En un pasaje particularmente emotivo de su poema La hoja y la nube, Mary Oliver se imagina ante la tumba de su madre y su padre, reflexionando sobre sus vidas. Ellos distaban mucho de ser perfectos, y ella no endulza sus faltas. Señala abiertamente el abatimiento del alma de su madre y la inmadura fe de su padre. Sabe que muchas de sus propias luchas tienen sus raíces ahí.

Mañana y mañana

Mañana y mañana

En su libro Confesiones, san Agustín describe cómo su conversión al Cristianismo comprometió dos diferentes momentos de gracia; el primero, que le persuadió intelectualmente de que el Cristianismo era lo correcto, y el segundo, que lo habilitó para vivir lo que creía.

¿Qué grado de seriedad tiene la risa?

¿Qué grado de seriedad tiene la risa?

 En una homilía, Karl Rahner comentó una vez que, en las Bienaventuranzas del Evangelio de Lucas, Jesús realiza una declaración más bien sorprendente. Dice: ‘Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis’. 

El uno y los muchos: Relaciones ecuménicas e interreligiosas

El uno y los muchos: Relaciones ecuménicas e interreligiosas

Uno de los problemas más antiguos de la filosofía es la cuestión de “el uno  y los muchos”, si la realidad es en definitiva una unidad o una pluralidad, y cómo se interrelacionan estas. Podríamos realizar la misma pregunta en cuanto a la pluralidad de las creencias religiosas, iglesias y formas de culto de nuestro mundo.

La función antropológica del chisme

La función antropológica del chisme

En su novela Oscar and Lucinda (Óscar y Lucinda), Peter Carey ofrece esta pintoresca imagen del chisme. El escenario es una pequeña población en  la que hay rumores acerca del sacerdote y una determinada joven. He aquí su metáfora:

Desafiando la oscuridad con las luces de Navidad

Desafiando la oscuridad con las luces de Navidad

En los días del apartheid, en Sudáfrica, una de las maneras como la gente expresaba su oposición y su convencimiento de que algún día sería vencido era encender una candela y colocarla en una ventana donde pudiera ser vista por cualquiera que pasara cerca. Una candela encendida, expuesta públicamente, constituía una declaración profética.