En el exilio

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Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible. (Ron Rolheiser, OMI)
Escribir tu propio obituario

Escribir tu propio obituario

Durante la vida se te presenta un momento en el que es hora de dejar de escribir tu currículo y empezar a escribir tu obituario. No estoy seguro de  quién  acuñó esa frase por primera vez, pero contiene sabiduría.

Morir solo en el desierto

Morir solo en el desierto

Recientemente recibí una carta de una amiga, quien me contó que estaba temerosa de aceptar una cierta vocación porque la dejaría demasiado sola. Compartió este temor con su director espiritual, que le dijo simplemente: “¡Charles de Foucauld murió solo en el desierto!” 

Sobre estar celoso de la generosidad de Dios

Sobre estar celoso de la generosidad de Dios

“El gallo cantará al romper tu propio ego; ¡hay mil maneras de despertar!” John Shea me confió esas palabras y las entendí un poco mejor recientemente mientras esperaba mi turno en un aeropuerto: me había inscrito para un vuelo, me acerqué a seguridad, vi una enorme fila y asumí el hecho de que me llevaría al menos 40 minutos pasar.

Nuestros verdaderos demonios

Nuestros verdaderos demonios

¿Qué hay en una imagen? Una imagen puede grabarse de forma indeleble en nuestra conciencia, de modo que no podemos imaginar una cosa si no es de una forma determinada. Tomemos, por ejemplo, el famoso cuadro de la Última Cena de Leonardo da Vinci. Hoy en día, si cierras los ojos e intentas imaginarte la Última Cena, esa imagen te vendrá espontáneamente a la mente, aunque los estudiosos nos aseguran que no es así como Jesús y sus discípulos habrían estado sentados en esa comida. 

Una fórmula bíblica para el perdón

Una fórmula bíblica para el perdón

Nada es tan importante como el perdón. Es la clave de la felicidad y el imperativo espiritual más importante de nuestra vida. Necesitamos perdonar, hacer las paces con las heridas e injusticias que hemos sufrido para no morir enfadados y amargados. Antes de morir, necesitamos perdonar, a los demás, a nosotros mismos y a Dios, por lo que nos ha pasado en esta vida.

El Magnificat

El Magnificat

Un viejo y sabio sacerdote agustino compartió una vez esto en clase. Hay días en mi vida en los que todo, desde las presiones de mi trabajo, hasta el cansancio, la depresión, la distracción o la pereza, me dificultan la oración. Pero, pase lo que pase, siempre intento rezar al menos un Padre Nuestro sincero y concentrado cada día.

La inocencia perdida

La inocencia perdida

 La historia bíblica de Saúl es una de las grandes tragedias de toda la literatura. La historia de Saúl da ocasión a que Hamlet se parezca a un personaje de Disney. Hamlet, al menos, tenía poderosas razones para la amargura que le cercaba. A Saúl, dado el comienzo que tuvo, le tenía que haber resultado mejor, mucho mejor.

Una lección de parte del inadaptado

Una lección de parte del inadaptado

Hace más de medio siglo, Flannery O’Connor escribió un cuento, A good man is hard to find (“Un hombre bueno es difícil de encontrar”). Uno de los principales personajes del cuento es una anciana, una persona difícil, terca y no particularmente feliz. Viajando a Florida con su familia, está protestando y quejándose constantemente.

Nuestro sobrecargado planeta

Nuestro sobrecargado planeta

Crear la raza humana puede que sea el error más grande que la evolución cometió. Douglas Abrams escribe esto en The book of hope (“El libro de la esperanza”), un libro del que es coautor con Jane Goodall. Aun cuando esa es una visión más bien desesperante, al fin, este libro es un  libro de esperanza, aun no sin lanzar un aviso espantoso…

Enamorarse

Enamorarse

¡Enamorarse! Usamos esta expresión para referirnos a muchas cosas: Te puedes enamorar de un bebé, de un equipo deportivo, de una ciudad, de un trabajo o de otra persona. Con todo, reservamos el primer analogado de esta expresión para una cosa: el enamoramiento emocional, ese sentimiento embriagador que percibimos por primera vez cuando nos encontramos con alguien a quien sentimos como un alma gemela.

Mañana y mañana

Mañana y mañana

En su libro Confesiones, san Agustín describe cómo su conversión al Cristianismo comprometió dos diferentes momentos de gracia; el primero, que le persuadió intelectualmente de que el Cristianismo era lo correcto, y el segundo, que lo habilitó para vivir lo que creía.