En el exilio
Rachel Held Evans, 1981 – 2019
Ninguna comunidad debería descuidar sus muertes. Mircea Eliade escribió esas palabras, y son un aviso: Si no celebramos convenientemente la vida de alguien que nos ha dejado, cometemos una injusticia con esa persona y nos privamos de alguno de los dones que nos dejó en herencia.
Fe, temor y muerte
Un soldado corriente muere sin temor; Jesús murió atemorizado. Iris Murdoch escribió esas palabras que -creo yo- ayudan a descubrir una idea muy simplista que tenemos de cómo la fe reacciona ante la muerte.
Jean Vanier (1928-2019)
Jean Vanier, el fundador de El Arca, que murió en París el 7 de mayo, escribió esas palabras, pero su verdad está lejos de ser autoevidente. Uno podría cuestionar si esas palabras son simplemente una poética biensonante o si contienen una verdad efectiva. Nuestras diferencias, de hecho, son frecuentemente una amenaza.
¿Dónde está el hogar?
Durante los años que serví como Superior religioso a una provincia de sacerdotes y hermanos oblatos en Canadá-Oeste, traté de mantener mi pie en el mundo académico haciendo alguna enseñanza adjunta en la Universidad de Saskatchewan.
Lenguaje, símbolos y autocomprensión
Una vez, un reportero preguntó a dos hombres, en el lugar donde se estaba construyendo una iglesia, qué hacía cada uno de ellos por ganarse la vida. El primero respondió: “Soy albañil”. El segundo dijo: “Estoy construyendo una catedral”. La manera como nombramos una experiencia determina generalmente su significado.
¿Quién va al infierno y quién no?
El infierno nunca es una desagradable sorpresa que espera a una persona básicamente feliz. Ni es necesariamente un fin predecible para una persona infeliz y amarga. ¿Puede ir al infierno una persona feliz y de buen corazón? ¿Puede ir al cielo una persona infeliz y amarga? Todo eso depende de cómo entendamos el infierno y cómo leamos el corazón humano.
Consejos sobre la oración de parte de un viejo maestro
Aun a riesgo de ser simplista, quiero decir algo sobre la oración de una manera muy sencilla. Mientras estaba haciendo estudios de doctorado, tuve un profesor, un anciano sacerdote agustino, que en su comportamiento, lenguaje y actitud, irradiaba sabiduría y madurez. Todo acerca de él demostraba integridad. Confiabas inmediatamente en él, el sabio abuelo de los libros de cuentos.
Amistad fiel
Crecí en una familia muy unida, y una de las cosas más duras que hice en mi vida fue abandonar el hogar y la familia a la edad de diecisiete años para entrar en el noviciado de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
Afrontar nuestros momentos duros
El discernimiento no es una cosa fácil. Toma este dilema: Cuando nos encontramos en una situación que nos está causando profunda angustia interior, ¿nos marchamos, asumiendo que la presencia de tal dolor es un indicio de que este no es el lugar adecuado para nosotros, que al fin algo hay aquí fuera de lugar?
Dejar tras nosotros la paz como nuestro regalo de despedida
No hay nada como una buena muerte, limpia; una muerte que, aunque triste, deje detrás una sensación de paz. He sido testigo de ello muchas veces. En ocasiones, esto es reconocido explícitamente cuando alguien muere; otras veces, inconscientemente. Se conoce por su fruto.
Fiebre
John Updike, después de recuperarse de una seria enfermedad, escribió un poema que llamó Fiebre. Acaba de este modo: Pero es una verdad largamente conocida que algunos secretos están ocultos a la salud.