En el exilio

Home arrow_carrot 2right icon Espacios arrow_carrot 2right icon En el exilio
Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible. (Ron Rolheiser, OMI)
Una diferente lista de deseos

Una diferente lista de deseos

¿Qué hay todavía sin acabar en vuestra vida? Bueno, siempre hay mucho que queda inacabado en la vida de cada uno. En realidad, nunca hay nada acabado. Nuestras vidas -según parece- son simplemente interrumpidas por nuestro morir.

Lección en un aparcamiento

Lección en un aparcamiento

 Nuestros instintos naturales no sirven bien, hasta cierto punto. Son auto-protectores, y eso es sano también, hasta cierto punto

Nuestra falta de acogida

Nuestra falta de acogida

 “Viudas, huérfanos, extranjeros”, ese es el código de la escritura para los tres grupos más vulnerables en una sociedad de cualquier tiempo dado. Y tanto los grandes profetas judíos como Jesús mismo nos aseguran que, al fin, nosotros seremos juzgados por la manera como tratamos a estos mientras vivíamos.

Doble nacionalidad

Doble nacionalidad

Vivo a ambos lados de una frontera. No geográfica, sino una que es con frecuencia una línea divisoria entre dos grupos.Me educaron católico romano conservador, y conservador también en la mayoría de sus cosas. Aunque mi padre trabajó políticamente por el Partido Liberal, casi todo sobre mi educación fue conservador, sobre todo religiosamente. Fui un fiel católico romano en todos sentidos.

¿Cuándo nuestra vida está cumplida?

¿Cuándo nuestra vida está cumplida?

¿Cuándo nuestra vida está cumplida? ¿En qué momento de nuestras vidas decimos: “¡Eso es todo! ¡Eso es el clímax! Nada que pueda hacer de ahora en adelante superará esto. He dado lo que tengo que dar”?

Una manera correcta de morir

Una manera correcta de morir

Yo no quiero morir de ninguna condición médica. ¡Quiero morir de muerte! Eso lo escribió Ivan Illich. ¿Qué se quiere decir aquí? ¿No morimos todos de muerte? Por supuesto, en realidad eso es de lo que todos morimos; pero, en nuestra idea de las cosas, casi siempre morimos de una condición médica o de mala suerte: de cáncer, enfermedad del corazón, diabetes, Alzheimer o como víctimas de un accidente. A veces, por la manera como pensamos en la muerte, morimos de una condición médica.

¿Qué haría Jesús?

¿Qué haría Jesús?

Para algunos cristianos esa es la fácil respuesta a toda cuestión. En cada situación todo lo que necesitamos preguntar es: ¿Qué haría Jesús?

¿Qué constituye la fidelidad?

¿Qué constituye la fidelidad?

 En el mundo de hoy, se está poniendo más difícil confiar en algo o alguien, por alguna buena razón. Hay poco que sea estable, seguro en que apoyarse, digno de confianza. Vivimos en un mundo donde todo está en cambio, es cambio, donde por todas partes vemos recelo, valores abandonados, credos desbaratados, gente trasladándose de donde solía estar, información contradictoria, y falta de honradez y mentira como social y moralmente aceptables.

Santos para una nueva situación

Santos para una nueva situación

Hoy, en todos los círculos de la iglesia oyes un lamento: Nuestras iglesias se están vaciando. Hemos perdido a nuestra juventud. Esta generación ya no conoce ni entiende el lenguaje teológico clásico. Necesitamos anunciar a Jesús de nuevo, como si fuera por primera vez, pero ¿cómo? La iglesia se está quedando para siempre marginada.

Vivir de por vida una vocación

Vivir de por vida una vocación

¿Qué significa tener vocación? El término se emplea tanto en círculos religiosos como seculares, y todos asumen que su significado es claro. ¿Lo es? ¿Qué es una vocación?

Fe y muerte

Fe y muerte

Tendemos a alimentar una cierta ingenuidad sobre lo que significa la fe ante la muerte. La opinión común entre nosotros como cristianos es que, si alguien tiene una genuina fe, deberá poder enfrentarse a la muerte sin temor ni duda.