En el exilio
Una diferente lista de deseos
¿Qué hay todavía sin acabar en vuestra vida? Bueno, siempre hay mucho que queda inacabado en la vida de cada uno. En realidad, nunca hay nada acabado. Nuestras vidas -según parece- son simplemente interrumpidas por nuestro morir.
Lección en un aparcamiento
Nuestros instintos naturales no sirven bien, hasta cierto punto. Son auto-protectores, y eso es sano también, hasta cierto punto
Nuestra falta de acogida
“Viudas, huérfanos, extranjeros”, ese es el código de la escritura para los tres grupos más vulnerables en una sociedad de cualquier tiempo dado. Y tanto los grandes profetas judíos como Jesús mismo nos aseguran que, al fin, nosotros seremos juzgados por la manera como tratamos a estos mientras vivíamos.
Doble nacionalidad
Vivo a ambos lados de una frontera. No geográfica, sino una que es con frecuencia una línea divisoria entre dos grupos.Me educaron católico romano conservador, y conservador también en la mayoría de sus cosas. Aunque mi padre trabajó políticamente por el Partido Liberal, casi todo sobre mi educación fue conservador, sobre todo religiosamente. Fui un fiel católico romano en todos sentidos.
¿Cuándo nuestra vida está cumplida?
¿Cuándo nuestra vida está cumplida? ¿En qué momento de nuestras vidas decimos: “¡Eso es todo! ¡Eso es el clímax! Nada que pueda hacer de ahora en adelante superará esto. He dado lo que tengo que dar”?
Una manera correcta de morir
Yo no quiero morir de ninguna condición médica. ¡Quiero morir de muerte! Eso lo escribió Ivan Illich. ¿Qué se quiere decir aquí? ¿No morimos todos de muerte? Por supuesto, en realidad eso es de lo que todos morimos; pero, en nuestra idea de las cosas, casi siempre morimos de una condición médica o de mala suerte: de cáncer, enfermedad del corazón, diabetes, Alzheimer o como víctimas de un accidente. A veces, por la manera como pensamos en la muerte, morimos de una condición médica.
El caminito
Casi todos nosotros hemos oído hablar de santa Teresa de Lisieux, una mística francesa que murió a la edad de 24 años en 1897 y que es quizás la santa más popular de los dos últimos siglos. Es famosa por muchas cosas, y no lo menos por una espiritualidad que ella denominó su “caminito”. ¿Qué es su “caminito”?
Encarnación profunda: Otro significado de Navidad
Hace algunos años, en una conferencia religiosa, un hombre se acercó al micrófono y, después de pedir disculpas por lo que sentía que sería una pregunta inapropiada, preguntó: “Quiero a mi perro. Cuando él muera, ¿irá al cielo? ¿Tienen los animales vida eterna?”
Justicia y caridad: vueltas a visitar
Sospecho que todos estamos familiarizados con la diferencia entre justicia y caridad. La caridad es regalar algo de tu tiempo, energía, recursos y persona con el fin de ayudar a otros que están en necesidad. Eso es una virtud admirable, señal de tener un buen corazón. La justicia, por otra parte, trata menos de regalar algo directamente que de procurar cambiar las condiciones y sistemas que sitúan a otros en necesidad.
¿Qué haría Jesús?
Para algunos cristianos esa es la fácil respuesta a toda cuestión. En cada situación todo lo que necesitamos preguntar es: ¿Qué haría Jesús?
¿Qué constituye la fidelidad?
En el mundo de hoy, se está poniendo más difícil confiar en algo o alguien, por alguna buena razón. Hay poco que sea estable, seguro en que apoyarse, digno de confianza. Vivimos en un mundo donde todo está en cambio, es cambio, donde por todas partes vemos recelo, valores abandonados, credos desbaratados, gente trasladándose de donde solía estar, información contradictoria, y falta de honradez y mentira como social y moralmente aceptables.