En el exilio
Las penas con que podemos vivir
En su reciente libro “El invento de las alas”, Sue Monk Kidd nos presenta a una heroína profundamente conflictiva, Sarah, una mujer altamente sensible, que cría a la hija de un amo de esclavos y a un niño privilegiado. Pero la sensibilidad moral de Sarah corta su sensación de privilegio, y ella hace una serie de duras opciones para distanciarse tanto de la esclavitud como del privilegio.
Cansados de tener paciencia
Hace treinta años, antes del secuestro aéreo del 11 de septiembre de 2001, antes de bombardero del zapato y otros como él, era sencillo viajar en avión. No necesitabas quitarte los zapatos para pasar el puesto de seguridad, podías llevar contigo líquidos, ordenadores portátiles y otros aparatos electrónicos; si tenías alguno no tenías que sacarlos de los bolsos de mano que llevabas, la puerta de la cabina del piloto no estaba cerrada con acero, y había mucha menos paranoia en general respecto a la seguridad. Incluso lograbas ver al piloto ocasionalmente.
Nuestra contemplación de la ciudad
Jesús -según parece- tenía sentimientos encontrados para con el mundo. Él amaba el mundo, entregó su vida por él y nos desafió a amar el mundo aun habiéndolo criticado duramente y dejando claro que éste era opuesto a Él.
Dag Hammarskjold sobre la sexualidad y el deseo
Dag Hammarskjold, el antiguo Secretario General de las Naciones Unidas, escribió esas palabras, que iluminan parte de una intencionalidad más profunda del deseo sexual. Y esta intuición fue más que una simple teoría para Hammarskjold. Él conoció la soledad y el deseo no realizado.
Día de la Madre
Existe un viejo refrán que ofrece un sabio consejo: ¡Escoge inteligentemente a tus padres!Es más fácil decirlo que hacerlo; pero el refrán es válido. Nosotros no somos del todo nuestras propias personas.
Peregrinación a través de la naturaleza, el deseo y el alma
Naturaleza, deseo, alma: Nosotros raramente los integramos bien; ellos, en cambio, están tan intrincadamente enlazados que la manera como relacionamos a uno afecta profundamente a los otros.
Llorar nuestra esterilidad
Hace varios años, mientras dirigía un curso de verano en la Universidad de Seattle, tuve como uno de mis estudiantes a una mujer que, aun estando felizmente casada, era incapaz de concebir un hijo.
La inagotabilidad de Dios
A muchos de nosotros -estoy seguro- nos ha impresionado la película De dioses y hombres. Cuenta la historia de un grupo de monjes trapenses que, después de hacer una dolorosa decisión de no huir de la violencia que había en Argelia en la década de 1990, son al fin martirizados por extremistas islámicos en 1996.
Leyendo pasajes difíciles de la Escritura
Un compañero mío me cuenta esta historia: Recientemente, después de presidir una Eucaristía, una mujer de la asamblea se le presentó con este comentario: “¡Qué horrible lectura de la Escritura hemos tenido hoy! ¡Si esta es la clase de Dios al que rendimos culto, entonces yo no quiero ir al cielo!”
Una camisa de fuego
Dicen que el libro que más necesitas leer te encuentra cuando más necesitas leerlo. He tenido esta experiencia muchas veces, últimamente con el libro de Heather King Camisa de fuego: Un año con santa Teresa de Lisieux.
El beso de Dios en el alma
¿Cuál es la verdadera raíz de la soledad humana? ¿Un defecto en nuestro modo de ser? ¿La insuficiencia y el pecado? ¿O dice todo la famosa frase de san Agustín: Nos has hecho para ti, Señor, y nuestros corazones están inquietos hasta que descansen en ti?