Martín de Porres (1579 – 1639)
Eras un misionero de los que anuncian continuamente la buena noticia a los pobres con la sonrisa.
Damián de Molokai (1840 – 1889)
Tu vida fue una locura, una versión inacabada pero auténtica del evangelio o, si me permites, una llamada personalísima de Dios.
John Henry Newman (1801 – 1890)
Aborrezco y detesto la mentira, el retruécano, la doble lengua, la picardía, la astucia, la melosidad, la hipocresía y pido a Dios no me deje caer en sus lazos y trampas.
Blaise Pascal (1623 – 1662)
Hay que conocer a los hombres y las cosas humanas para amarlos. Hay que amar a Dios y las cosas divinas para conocerlos.
Agustín de Hipona (354-430)
‘Tarde te amé, hermosura siempre antigua y siempre nueva, tarde te amé…Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo’.
OLGA BEJANO (1963-2008)
Hoy inauguramos esta nueva sección con la Carta a una singular mujer, pentapléjica, que acaba de morir en Logroño. Un caso que rompe todos los esquemas. Vean si no.
Adrienne Von Speyr (1902 – 1967)
Toda una existencia de unión mística y de misión eclesial, cuando sólo Dios es capaz de llenar tu horizonte.
Antoine De Saint-Exupéry (1900 – 1944)
Algunas sentencias tuyas ya no te pertenecen, circulan anónimas por los libros y la gente las cita de memoria.
Dorothy Day (1898 – 1980)
Tu vida fue una búsqueda, un reto, una provocación. Te llamaban ‘radical piadosa’ y ‘anarquista cristiana’.
Clive Staples Lewis (1898 – 1963)
Pasado ya un tiempo desde tu muerte, tus reflexiones siguen teniendo la misma frescura que el primer día.
GEORGES BERNANOS (1888-1948)
La mayor desgracia de este mundo no es que haya impíos, sino que nosotros seamos unos cristianos tan mediocres.