![VIVIR CON DIOS: VIVIR COMO MARÍA](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//parangon_maria.jpg)
VIVIR CON DIOS: VIVIR COMO MARÍA
Porque ella, como primera creyente, es parangón, espejo, haz que ilumina sobre el cómo de la existencia cristiana.
![Transparentar en gestos y servicios lo celebrado y contemplado.](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//ayuda31.gif)
Transparentar en gestos y servicios lo celebrado y contemplado.
Así, para que lo sencillo y cotidiano no llegue a convertirse en rutina, es necesario celebrar, impregnar y envolver de trascendencia la sencillez y simplicidad de todos y cada uno de los momentos del día.
![Experimento el amor incondicional y cercano de Dios.](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//cura_biblia.jpg)
Experimento el amor incondicional y cercano de Dios.
Me sé siempre habitada y acompañada por Alguien con quien me puedo comunicar a todas horas del día y de la noche.
![Dios viene embozado en el susurro.](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//cerezo_mano_hombre.jpg)
Dios viene embozado en el susurro.
Sólo hay que estar atento, expectante. Porque sus formas de manifestación son especialmente sutiles. El no está en la tormenta ni en el terremoto.
![VIVIR CON DIOS: VIVIR EN LA IGLESIA.](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//laicos_iglesia.jpg)
VIVIR CON DIOS: VIVIR EN LA IGLESIA.
No hay mejor modo de comprender a la criatura que comprendiendo al Creador. Conociendo al Autor, los matices y triquiñuelas de la obra se nos aclaran.
![VIVIR EN EL ESPÍRITU:](https://www.ciudadredonda.org/wp-content/uploads/uplo/d//vistas.jpg)
VIVIR EN EL ESPÍRITU:
Hablamos del Espíritu porque ése es el tema; la espiritualidad, y porque es Él quien da vitalidad y unidad a cualquier cosa,
Trabajo e identidad personal
En nuestra sociedad el trabajo se ha convertido en un factor muy importante, casi el más importante, de identidad personal y social.
Profetas de la vida cotidiana
Puede ocurrir que en nuestra sociedad también existan profetas. Tendremos que estar atentos para saber buscarlos y reconocerlos.
Los sacramentos: la unción de los enfermos
Dejarse ungir es permitir que el aceite de Dios nos penetre hasta sentir que somos suyos, y así vivir como gracia lo que experimentamos como ruina.
Los sacramentos: la reconciliación
Es el abrazo que termina con la ruptura. Tan discreto y olvidado, pero tan necesario.
Los sacramentos : El matrimonio
Un hueco por el que se sigue colando la luz de Dios para todo el que tenga ojos para ver.