MADRE DE DIOS DE CZESTOCHOVA.
Esta imagen está rodeada de leyendas. Se nos presenta al icono como pintado por el mismo san Lucas, sobre la tabla de la mesa que usaría la Sagrada Familia. La emperatriz Elena la llevó en el siglo IV de Jerusalén a Constantinopla, donde permaneció cerca
María, misericordia del Padre
Así resulta que la presencia imprescindible de María, de su inmensa ternura maternal en la historia de la salvación y en cada una de nuestras pequeñas historias, es otro gesto maravilloso de la misericordia divina.
María, modelo del ciento por uno
Así, también nosotros podemos atrevernos a navegar en el mar de las experiencias del privilegiado discípulo. Pensar lo que significó tener en su casa a María. Rezar con ella, comer con ella, celebrar la Fracción del Pan en presencia de la madre del que ah
María, docilidad de espiritu
María se presenta aquí como portadora del Redentor, la colaboración del Espíritu y el cauce de la primera gracia narrativa de la Redención. Podemos estar seguros que esta gracia no palideció en María, el don del Espíritu Santo se repite siempre y para tod
Madre de Dios del metropolita Pedro (Petrovskaia)
Según las crónicas, el icono fue pintado por el metropolita Pedro de Moscú (1308 1325), cuando era igúmenos el monasterio de Ratski, en Volinia. Entregó el icono al metropolita Máximo de Kiev, quien a su vez lo llevó a la catedral de la Dormición de Vladi
María ante los pobres
El Cardenal Suenens, siendo primado de Bélgica, oía con asombro que el pueblo gritaba: ¡Viva la Reina!; ¡viva Fabiola!, aún cuando ella estaba ausente.
Al preguntar el Cardenal a los que aclamaban a la Reina: ¿por qué vitoreáis a la soberana, si no está
María, aroma del Dios vivo.
Su vida fue un derramamiento de Dios que percibimos los que corremos tras el olor de sus perfumes, bálsamo renovador que da transparencia a la persona en su totalidad.
Madre de Dios ‘Fuente Viva’
Esta representación mariana expresa, la devoción del pueblo a la Madre de Dios y de los hombres, modelo de discípula e interecesora nuestra ante el gran Mediador, Cristo Jesús.
María, en la experiencia mística.
Mística evoca espiritualidad, transcendencia, honda energía, inspiración del Espíritu, profundidad.
MARÍA EN LA LITURGIA DE LA IGLESIA
Desde los orígenes, la Iglesia ha estado convencida de que lo que oramos o celebramos y lo que creemos como verdades de nuestra fe, son inseparables. Por otro lado, la presencia de María en la vida de la Iglesia ha sido continua; ya las primeras comuni
Gracias María.
Te doy gracias, María, por ser una mujer.
Gracias por haber sido mujer como mi madre,
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