¿Idolatría de pareja?
Hay quien espera del cónyuge nada menos que la felicidad; se casa para ser feliz.
Separados y vueltos a casar ¿qué soluciones?
Propongo algunas reflexiones sobre los argumentos del magisterio que determinan el estado de la cuestión.
Sentir el verano
Quiero redactar una reflexión que pueda ser útil a la hora de situarse ante el próximo tiempo de verano.
Ternura conyugal
En una cultura bastante emocional como la nuestra suena bien la palabra ternura.
Cartas de amor
Conozco muchos matrimonios que siguen escribiéndose cartas de amor a lo largo de su vida, se escriben una cada día.
Cuando digo que te amo
En la relación matrimonial es habitual decir: “te quiero”.
Persona conyugal
La relación de amor entre los cónyuges tiene una dimensión de fascinación. El tiempo fundante es fascinante. Es un tiempo de descubrimiento del otro, del descubrimiento de sí mismo/a gracias a la mirada de amor del pretendiente.
¿Qué nos une?
Es esta una pregunta para analizar la relación. Es aplicable tanto a la relación conyugal, como a la relación de amistad, como a la relación fraterna y comunitaria. ¿Qué es lo que realmente nos mantiene unidos?
Decir sí cada día
El sueño de amor matrimonial es persistente y fuerte; es la causa más grande de felicidad personal; pero tiene sus fragilidades, como todo lo humano. Está sometido al desgaste del tiempo, al acecho de la rutina, a la tentación de la ensoñación.
La comunicación (II)
La vida conyugal tiene su termómetro en la calidad y frecuencia de la comunicación interpersonal. A la inversa, la dificultad de la comunicación es un factor de separación y desilusión. Se expresa en frases como: ya no hablamos; nos decimos solo lo más elemental, no tenemos temas comunes; nos hemos vuelto unos desconocidos.
La comunicación
La comunicación forma parte esencial de la vida interpersonal, y de modo especial de la vida conyugal. El diálogo hace revivir lo mejor de la relación conyugal. La comunicación abierta y transparente recrea y nutre la intimidad.