Microejercicios Espirituales
Este cuaderno ofrece ayudas para unos ejercicios espirituales muy sencillos en el curso de la vida corriente.
5. Os dejo mi Espíritu
¿Eres feliz? Ya sé que aspiras a serlo, que quieres vivir en plenitud. Es nuestro Padre quien ha puesto en tu corazón ese deseo. Eres un anhelo que no se va a colmar con todas las riquezas del mundo. Tu sed más honda, más viva, más ardiente es sed de Dios, y sólo se saciará con él. ¿Sabes que te he enviado a mi Espíritu, el mismo Espíritu del Padre, para que colme ese deseo?
6. Ahí tienes a tu madre
Hoy te presento a mi Madre. Te la di con el mayor cariño en el momento cumbre de mi vida terrena. Ella te estaba gestando en el dolor al pie de la cruz y a mí no me faltaba más que poner el sello de reconocimiento público a esa misteriosa maternidad. María es madre mía y madre tuya, porque tú y yo somos hermanos.
7. Convertíos
¿Cuántas veces has pensado que debías cambiar? Sé que hay algunas cosas (¿o muchas?) de ti mismo/a que no te gustan. En ocasiones te he visto preocupado/a por tu aspecto físico, por algunos defectos de tu carácter, e incluso por tu fe.
8. Amaos como yo os amo
Yo sé que tienes muchos sueños. Sé que estos sueños han ido cambiando ¡con el paso del tiempo. No sueñas lo mismo ahora que cuando tenías siete doce años. Pero sé también que, por encima de todo, lo que más deseas es que alguien te quiera y que te quiera para siempre. En la vida has experimentado un poco de todo, pero quizá han abundado más las personas que te han querido que las que te han hecho daño. Esto te ha permitido vivir y llegar hasta hoy.
9. No temais
He visto muchas veces el rictus de tu cara cuando oyes las noticias por la radio o la televisión. Es como si hubieras llegado al límite de tu resistencia: catástrofes naturales, accidentes, atentados terroristas, guerras de diversa intensidad… Cuando miras cerca de ti, el panorama tampoco es muy amable.
10. Poneos en camino
Hay cosas que nunca vemos claras cuando permanecemos sentados. ¿Te has dado cuenta de que las mejores cosas suceden cuando nos ponemos en camino? Abrahán salió de su tierra y encontró una nueva patria. El pueblo de Israel descubrió a Dios de otro modo cuando salió de Egipto y anduvo hacia la tierra prometida.
4. Mi cruz y la tuya
Hoy quiero hablarte de la cruz, un misterio que no acabarás de entender nunca del todo. Tiene mil formas: dolor físico, sufrimiento moral, crisis en los caminos del espíritu… Todas estas pruebas alcanzan su culminación en la agonía y en la muerte.
5. Os dejo mi Espíritu
¿Eres feliz? Ya sé que aspiras a serlo, que quieres vivir en plenitud. Es nuestro Padre quien ha puesto en tu corazón ese deseo. Eres un anhelo que no se va a colmar con todas las riquezas del mundo. Tu sed más honda, más viva, más ardiente es sed de Dios, y sólo se saciará con él. ¿Sabes que te he enviado a mi Espíritu, el mismo Espíritu del Padre, para que colme ese deseo?
6. Ahí tienes a tu madre
Hoy te presento a mi Madre. Te la di con el mayor cariño en el momento cumbre de mi vida terrena. Ella te estaba gestando en el dolor al pie de la cruz y a mí no me faltaba más que poner el sello de reconocimiento público a esa misteriosa maternidad. María es madre mía y madre tuya, porque tú y yo somos hermanos.
7. Convertíos
¿Cuántas veces has pensado que debías cambiar? Sé que hay algunas cosas (¿o muchas?) de ti mismo/a que no te gustan. En ocasiones te he visto preocupado/a por tu aspecto físico, por algunos defectos de tu carácter, e incluso por tu fe.
8. Amaos como yo os amo
Yo sé que tienes muchos sueños. Sé que estos sueños han ido cambiando ¡con el paso del tiempo. No sueñas lo mismo ahora que cuando tenías siete doce años. Pero sé también que, por encima de todo, lo que más deseas es que alguien te quiera y que te quiera para siempre. En la vida has experimentado un poco de todo, pero quizá han abundado más las personas que te han querido que las que te han hecho daño. Esto te ha permitido vivir y llegar hasta hoy.