Propuestas para Cuaresma
La corrección (II Martes de Cuaresma)
Hay muchas formas de corregir; por ejemplo, la de quienes agrandan los defectos del otro para camuflar los propios, y la de quien, de manera comprensiva, alienta y pone en verdad, sin juicio ni condena.
Los patriarcas de la fe (II Domingo de Cuaresma)
La vida diaria se puede iluminar con la luz de la Palabra, y es posible que cada vez descubramos aspectos muy diferentes de los que hemos captado en otros momentos.
Promesa divina (I Sábado de Cuaresma)
¿Qué es más, que tú te comprometas con Dios, o que Dios se comprometa contigo? Sin duda que Dios se comprometa, porque Él es fiel y cumple su palabra. Puede parecer que Él queda hipotecado a la fidelidad humana, pero una vez que se compromete, no se retracta.
El Perdón (I Viernes de Cuaresma)
¿A quién no le gusta que le perdonen sus errores? ¿Quién es tan sádico que prefiera convivir con sus sombras, en vez de dejar que entre en su corazón la gracia del perdón?
Oración de Súplica (I Jueves de Cuaresma)
Podríamos creer que las personas de oración tienen experiencias especiales en su trato con Dios, y que la oración de súplica es expresión de menor calidad en ese trato.
Conversión (I Miércoles de Cuaresma)
Si hay una llamada de la Iglesia en Cuaresma a través de los pasajes bíblicos seleccionados para la Liturgia de la Palabra de cada día, es, sin duda, la invitación permanente a convertirnos.
La muerte del Justo (IV Viernes de Cuaresma)
El viernes es día consagrado especialmente a contemplar la Pasión de Cristo. Las lecturas escogidas por la Iglesia para hoy centran su mensaje en la persecución del hombre justo…
El esposo de María, la Madre de Dios (IV Jueves de Cuaresma – San José)
Hoy la liturgia interrumpe su aspecto penitencial, para rendir homenaje a quien Dios escogió como custodio y protector de su familia, al patriarca san José.
Las entrañas de Dios (IV Miércoles de Cuaresma)
Quizá tú también, como el pueblo de Israel en tiempos del exilio, tengas la sensación de que Dios te ha olvidado, o que no responde a tus súplicas. Si es así, escucha la palabra del profeta y da fe a lo que te dice Dios, que se muestra con una solicitud inimaginable: “Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado."
La alegría de la salvación (IV Lunes de Cuaresma)
La pedagogía de la Iglesia se deja sentir en la selección de los textos litúrgicos que se comienzan a proclamar en la cuarta semana de Cuaresma, en la que se nos ofrece la lectura del evangelio de san Juan, como referencia continua hasta la Pascua.
El agua que sana (IV Martes de Cuaresma)
Es fácil descubrir la concurrencia que hoy se da en las lecturas. En el primer texto contemplamos el agua que mana del santuario, del lado derecho: “Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho” (Ez 47, 2). El salmista alude al correr de las acequias, que alegra la ciudad de Dios (Sal 45). Y la escena evangélica se sitúa junto a la piscina probática.