Propuestas para Cuaresma

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En esta sección queremos ofrecer propuestas e ideas para vivir este tiempo de preparación hasta la Pascua.
Novena Estación: Jesús cae por tercera vez

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez

Jesús, ¿por qué aguantas tanto? Tres veces fue tentado y las tres veces venció. Tres veces fue negado, y tres veces confesó al discípulo el amor. Nunca dejará Jesús de ofrecernos su mano, pues Él sabe de qué barro hemos sido hechos. Siempre nos dará la fuerza suficiente para levantarnos.

Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez

Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez

Jesús, ¿es necesario tanto abajamiento? Se rebajó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Nunca la caída debiera ser razón para permanecer en el suelo si el Maestro nos enseña a levantarnos siempre.

Sexta Estación: La verónica limpia el rostro a Jesús

Sexta Estación: La verónica limpia el rostro a Jesús

Jesús, ¿me dejarás aliviar tu sudor en el camino de la Cruz? “Lo que hagas a uno de estos mis pequeños conmigo lo hiciste”. Se nos ha constituido samaritanos, manos solidarias, vasos de agua y pan partido para quienes sufren necesidad. Se nos ha constituido mediación de la misericordia de Dios para cuantos sienten desolación y lloran.

Octava Estación: Jesús se dirige a las mujeres de Jerusalén

Octava Estación: Jesús se dirige a las mujeres de Jerusalén

Jesús, ¿por qué te detuviste a hablar a las mujeres, en el penoso camino de la Cruz? Así lo hice con la samaritana, con la cananea, con la sirofenicia, con la viuda de Naím, con la pecadora, con Marta y María, con María Magdalena, con la adúltera, y con mi Madre.

Quinta Estación: Obligan a Simón a llevar la cruz

Quinta Estación: Obligan a Simón a llevar la cruz

Jesús, si todo lo puedes, ¿por qué necesitas la ayuda de otro para llevar a término la obra que te ha encomendado tu Padre? “Y llamó a los que Él quiso para que estuvieran con Él y para mandarlos a predicar”. Y sigue hoy siendo posible ayudar a Jesús a llevar la cruz, sobre todo cuando ponemos nuestras manos en el dolor del prójimo, y somos solidarios con quienes padecen pruebas tantas veces injustas y humillantes.

Cuarta Estación: Jesús se encuentra con su Madre

Cuarta Estación: Jesús se encuentra con su Madre

Jesús, ¿por qué permites tanto dolor para quien tanto te quiere? ¿Por qué alcanza la Cruz a tu madre, si a tus discípulos les has permitido evitar la prueba? “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visita el sol que nace de lo alto”. “Para decir una palabra de aliento al abatido”. María, la Madre de Jesús, está en el camino de la vida de cada ser humano, compasiva y entrañable.

Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado

Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado

He bajado hasta lo más profundo de ti mismo, y ahí te tiendo mi mano desclavada, para sacarte de tus infiernos. Ya nada me impide rescatarte, ni siquiera la muerte.

Undécima Estación. Jesús es clavado en la Cruz

Undécima Estación. Jesús es clavado en la Cruz

Jesús, ¿era necesario que llegaras hasta aquí? “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos”. La Cruz nos revela que Dios. en vez de aconsejarnos cómo soportar nuestro dolor, se ha convertido en nuestro propio sufrimiento. Toda cruz es sacramento de la Redención.

Duodécima Estación: Jesús muere en la Cruz

Duodécima Estación: Jesús muere en la Cruz

No es momento de comprender, sino de rendir el pensamiento, entrar en comunión con el dolor del mundo, adorar, y si puedes, llegar a decir en medio de la prueba: “Bendito sea Dios”. Confío en ti, me pongo en tus manos.

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestidos

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestidos

Jesús, ¿por qué tanto despojo y tanta humillación? Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: al que quiera ponerte pleito para quitarte la tún­ica, dale también el manto” (Mt 15, 38-39). Déjate revestir por Cristo con la túnica de hijo de Dios, de hombre nuevo, reconciliado.