Propuestas para Cuaresma
Tercera Estación: Jesús cae por primera vez
Jesús, si eres poderoso, si todo se ha hecho por tu Palabra, ¿por qué estás en el suelo derrumbado, sin fuerzas? “Mi fuerza y mi poder es el Señor, Él es mi salvación”. Del hombre es la prepotencia, el afán protagonista en busca de éxito; signo de divinidad es la confianza, el abandono en manos de la Providencia. El que todo lo puede se hace esclavo de todos.
Primera Estación: Jesús es condenado a muerte
Jesús ¿por qué callas ante la injusticia que te hacen? ¿Acaso es mejor el silencio que la protesta? “El que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”. Y comprendo que del hombre es la venganza, el odio, la violencia, la reacción defensiva. De Dios es el perdón, la humildad, la ultimidad, el despojo.
Segunda Estación: Jesús carga con la Cruz
Jesús, ¿por qué tienes que cargar con la Cruz? ¿No hay otra forma menos dolorosa para demostrarnos el amor que nos tienes? “Nadie tiene amor más grande que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos”. “El quiera ser discípulo mío que tome su cruz y me siga”. Y comprendo que en vez de pronunciarnos un discurso compasivo, ante nuestro dolor te haces Tú mismo nuestro sufrimiento. En tu Cruz va la nuestra.
Pasión
Cada viernes de Cuaresma, la Iglesia nos invita de manera especial a contemplar los padecimientos de Jesús durante los días de su Pasión. La Liturgia de este día nos ofrece las imágenes proféticas de los sufrimientos del justo, acechado por aquellos a los que incomoda su vida honesta.
Pecado
En el Tiempo de Cuaresma es constante la llamada a la conversión y a la reconciliación. Amabas actitudes significan abandonar el pecado.
Luz
Si hay una imagen relacionada con la Pascua del Señor, solemnidad para la que nos prepara el Tiempo de Cuaresma, es la luz. En la noche santa, el fuego, el cirio encendido, las velas prendidas en las manos de los fieles abren la Gran Liturgia de la Pascua.
Undécima Estación. Jesús es clavado en la Cruz
Jesús, ¿era necesario que llegaras hasta aquí? “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos”. La Cruz nos revela que Dios. en vez de aconsejarnos cómo soportar nuestro dolor, se ha convertido en nuestro propio sufrimiento. Toda cruz es sacramento de la Redención.
Novena Estación: Jesús cae por tercera vez
Jesús, ¿por qué aguantas tanto? Tres veces fue tentado y las tres veces venció. Tres veces fue negado, y tres veces confesó al discípulo el amor. Nunca dejará Jesús de ofrecernos su mano, pues Él sabe de qué barro hemos sido hechos. Siempre nos dará la fuerza suficiente para levantarnos.
Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez
Jesús, ¿es necesario tanto abajamiento? Se rebajó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Nunca la caída debiera ser razón para permanecer en el suelo si el Maestro nos enseña a levantarnos siempre.
Sexta Estación: La verónica limpia el rostro a Jesús
Jesús, ¿me dejarás aliviar tu sudor en el camino de la Cruz? “Lo que hagas a uno de estos mis pequeños conmigo lo hiciste”. Se nos ha constituido samaritanos, manos solidarias, vasos de agua y pan partido para quienes sufren necesidad. Se nos ha constituido mediación de la misericordia de Dios para cuantos sienten desolación y lloran.
Octava Estación: Jesús se dirige a las mujeres de Jerusalén
Jesús, ¿por qué te detuviste a hablar a las mujeres, en el penoso camino de la Cruz? Así lo hice con la samaritana, con la cananea, con la sirofenicia, con la viuda de Naím, con la pecadora, con Marta y María, con María Magdalena, con la adúltera, y con mi Madre.