Amor (15 de diciembre)
La sociedad se rige por las relaciones interpersonales. Los afectos y desafectos, como las empatías, están en el origen de muchas historias particulares y políticas. La amistad es un don precioso, y la experiencia de la relación amiga, un tesoro. Pero aún hay mayor don, cuando lo que se recibe es amor sin causa que lo provoque.
Paz (14 de diciembre)
Si hay un saludo adecuado para este tiempo de Adviento y Navidad es precisamente el que se basa en lo que hoy nos dicen el profeta y el salmista: “La justicia y la paz se besan”. “Dios anuncia la paz”. “Él es el artífice de la paz”. Los ángeles canta con motivo del nacimiento de Jesús: “Gloria a Dios en el cielo, y paz a los hombres que Dios ama”.
La aurora (13 de diciembre)
Cuanto más nos introducimos en la revelación divina, más nos sorprendemos de la paradoja evangélica. El Todopoderoso se manifiesta en la pequeñez, en debilidad. Se enamora de los pequeños, de los pobres, de los humildes, de los sencillos de corazón. Ama a los pecadores, acoge a los extranjeros, bendice a los desheredados de este mundo; se muestra a quienes no desconfían.
Flor de Pascua (12 de diciembre)
Se ha extendido la costumbre de adornar los espacios sagrados y también los domésticos con la llamada flor de Pascua, que da al ambiente un tono de alegría, …
La alegría (11 de diciembre)
En general, la Navidad es sinónimo de fiesta, de alegría, de familia, de ronda callejera. Sin embargo, para muchos son días en los que la soledad, el duelo, la intemperie, el desgarro, el luto se hacen más fuertes. ¿Dónde fundar la invitación a la alegría que hacen la Palabra y la Liturgia? ¿Por qué cantar y sentir gozo?
El fuego (10 de diciembre)
Hoy es presentado el profeta Elías como fuego. Si hay una imagen hogareña, que atrae los ojos en el salón o en la estancia de una casa, es el fuego encendido en la chimenea. Ante las llamas se embelesan los ojos. El fuego es calor, vida, refugio, pero también cabe que por el fuego se incendie el bosque y que arrase y destruya.
Esperanza (18 de diciembre)
La esperanza puede ser una actitud positiva en quienes son optimistas por temperamento o porque en la vida han tenido suerte y todo les va bien. Pero esta esperanza, aunque ayuda, no es la virtud teologal que espera contra toda esperanza.
Amor (15 de diciembre)
La sociedad se rige por las relaciones interpersonales. Los afectos y desafectos, como las empatías, están en el origen de muchas historias particulares y políticas. La amistad es un don precioso, y la experiencia de la relación amiga, un tesoro. Pero aún hay mayor don, cuando lo que se recibe es amor sin causa que lo provoque.
Paz (14 de diciembre)
Si hay un saludo adecuado para este tiempo de Adviento y Navidad es precisamente el que se basa en lo que hoy nos dicen el profeta y el salmista: “La justicia y la paz se besan”. “Dios anuncia la paz”. “Él es el artífice de la paz”. Los ángeles canta con motivo del nacimiento de Jesús: “Gloria a Dios en el cielo, y paz a los hombres que Dios ama”.
La aurora (13 de diciembre)
Cuanto más nos introducimos en la revelación divina, más nos sorprendemos de la paradoja evangélica. El Todopoderoso se manifiesta en la pequeñez, en debilidad. Se enamora de los pequeños, de los pobres, de los humildes, de los sencillos de corazón. Ama a los pecadores, acoge a los extranjeros, bendice a los desheredados de este mundo; se muestra a quienes no desconfían.
Flor de Pascua (12 de diciembre)
Se ha extendido la costumbre de adornar los espacios sagrados y también los domésticos con la llamada flor de Pascua, que da al ambiente un tono de alegría, …