Es un proceso de crecimiento según el plan de Dios que llama a todos a la santidad. Es una vocación. Incluye un dinamismo constante de crecimiento que está hecho de enamoramiento, desilusión y también de decisión. Es obra del Espíritu que mantiene vivo y activo el sueño profundo, nacido en el tiempo del noviazgo y primeros años de relación matrimonial.
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¿Es el matrimonio la muerte del amor?
¿Qué está pasando con el amor en nuestra sociedad? ¿Nos hemos vuelto inconsistentes e incapaces de vivir este afecto humano fundamental? La necesidad fundamental de amar y ser amado, de dar y recibir amor, ¿se ha apagado? ¿Ya no es una carencia que pone en vilo nuestra existencia temporal y la llama a la relación?
Parábola de Navidad
En cierta ocasión se presentó el hombre ante el trono de Dios y le dijo: «¿qué te parece que es más duro, ser hombre o ser Dios?» – «Ser Dios es mucho más duro», respondió Dios. «Tengo que ocuparme de todo el universo, de los planetas, de las galaxias. Tú, en cambio, solo tienes que ocuparte de tu familia y de tu profesión».
Narrativa matrimonial
Apuesto por contar historias de matrimonios estables y duraderos; los que viven una relación sexual y amorosa, los que se quieren, se ayudan, se motivan en el crecimiento personal, se acercan a su sueño de felicidad compartida, que los mantiene receptivos y activos.
Fidelidad, hipotecar el tiempo
La viva es breve. El tiempo es oro. El tiempo huye. En nuestro tiempo vivimos de manera acelerada. El tiempo es escaso. Procuramos estirarlo, llevados de la enorme cantidad de estímulos que solicitan nuestra dedicación y tiempo.
La encina y el tilo
Es un mito griego. Habla de un matrimonio. Marido y mujer son ancianos. Y pobres. Se llaman Filemón y Baucis. Viven en una casa pobre, pero de puertas abiertas.
Espiritualidad matrimonial
Es un proceso de crecimiento según el plan de Dios que llama a todos a la santidad. Es una vocación. Incluye un dinamismo constante de crecimiento que está hecho de enamoramiento, desilusión y también de decisión. Es obra del Espíritu que mantiene vivo y activo el sueño profundo, nacido en el tiempo del noviazgo y primeros años de relación matrimonial.
¿Es el matrimonio la muerte del amor?
¿Qué está pasando con el amor en nuestra sociedad? ¿Nos hemos vuelto inconsistentes e incapaces de vivir este afecto humano fundamental? La necesidad fundamental de amar y ser amado, de dar y recibir amor, ¿se ha apagado? ¿Ya no es una carencia que pone en vilo nuestra existencia temporal y la llama a la relación?
Parábola de Navidad
En cierta ocasión se presentó el hombre ante el trono de Dios y le dijo: «¿qué te parece que es más duro, ser hombre o ser Dios?» – «Ser Dios es mucho más duro», respondió Dios. «Tengo que ocuparme de todo el universo, de los planetas, de las galaxias. Tú, en cambio, solo tienes que ocuparte de tu familia y de tu profesión».
Narrativa matrimonial
Apuesto por contar historias de matrimonios estables y duraderos; los que viven una relación sexual y amorosa, los que se quieren, se ayudan, se motivan en el crecimiento personal, se acercan a su sueño de felicidad compartida, que los mantiene receptivos y activos.
Fidelidad, hipotecar el tiempo
La viva es breve. El tiempo es oro. El tiempo huye. En nuestro tiempo vivimos de manera acelerada. El tiempo es escaso. Procuramos estirarlo, llevados de la enorme cantidad de estímulos que solicitan nuestra dedicación y tiempo.