Orar es vivir conscientemente dentro de Dios. Eso es todo.
Artículos en:
Cuaresma
32. Mary Lynn Hendrickson: Desconecta los aparatos electrónicos
Podemos pasar tiempo lejos de nuestra pareja, pero no podemos vivir alejados del teléfono móvil.
33. Dorothy Day: Obras de misericordia
La verdadera penitencia es trabajar, darse a los otros, o soportar los pinchazos de la vida de comunidad…
28. C. S. Lewis: Los riesgos del amor
Amar a todos es ser vulnerable. Amalo todo, y ciertamente tu corazón se retorcerá y posiblemente se romperá.
29. Diana Hayes: Morir en la cruz
Jesús no nos abandonará, aunque le demos la espalda. Aunque le olvidemos, Él nos recuerda siempre.
30. Thomas Merton, O.C.S.O.: Dedica tiempo
Si realmente queremos orar, tenemos que dedicar tiempo.
Domingo de Ramos
Hemos alcanzado el final de la cuarentena. Nos parece mentira. El proyecto parecía difícil, y sin embargo, una vez más, se cumple la Palabra del Señor. Él da el maná, la fuerza, la luz, la capacidad para cada día.
Sábado quinto de cuarema
Estamos a punto de alcanzar el final de la cuarentena cuaresmal. Como si estuviéramos a las puertas de entrar en la Tierra de la Promesa, Ezequiel adelanta proféticamente la meta del camino, la celebración de la alianza de Dios con su pueblo. “Haré con ellos una alianza de paz, alianza eterna pactaré con ellos”.
Viernes quinto de cuaresma
En este día, no olvidamos la advocación de la Virgen de los Dolores. Ella es la mujer fuerte. Si Susana, los jóvenes de Babilonia y Jeremías no se arredraron frente a quienes los perseguían, la madre de Jesús acompañará a su Hijo hasta el pie del madero, sabiendo también de quién se ha fiado.
Jueves quinto de cuaresma
La fiesta de la Solemnidad de la Anunciación y Encarnación que celebramos hoy tiene la mayor importancia dentro del calendario litúrgico, y en la Historia de la Salvación. Merece contemplar el Misterio en el que se funda nuestra fe, no apartar los ojos de la mujer que concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrá por nombre Emmanuel.
Miércoles quinto de cuaresma
Es bueno ir disponiéndonos para los días santos, de modo que la próxima semana no signifique un cambio excesivamente brusco al celebrar de los días de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.