Nuestros corazones son complicados y fascinantes y todos nosotros seríamos más amables con nosotros mismos y encontraríamos nuestras vidas más interesantes si escucháramos con más regularidad sus latidos. Ése es también el secreto en nuestra relación con
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En el exilio
Amores sin capacidad de expresión
Somos incapaces de encontrar las palabras que necesitamos para hablar, incapaces de expresarnos correctamente en el amor.
Sobre Artistas, Libertad, Reticencia y Santidad
A veces profundidad y sensibilidad están reñidas con creatividad y libertad.
Naturaleza de la Fe
Dios nos creó a su imagen y semejanza, y nosotros nunca hemos cesado de devolver el favor.
Lidiando con Dios
Desde Abrahán hasta Jesús vemos cómo las grandes figuras de nuestra fe no suelen decir fácilmente: ‘Hágase tu voluntad’.
Imágenes de cuaresma
¿Por qué marcamos aparte cuarenta días cada año para renunciar de forma voluntaria a algunos goces legítimos, a fin de prepararnos para Pascua?
En Busca de un Confesor
Más que cualquier otra cosa, lo que quizás estamos buscando de modo inconsciente es un confesor, alguien a quien podamos abrir nuestros corazones, serle completamente transparentes, contarle nuestra confusión interior y admitir libremente nuestros pecados.
Formas Sutiles de Idolatría
Cada vez que vayamos a la oración, o a ejercer nuestro ministerio, o a hacer algo religioso, es bueno preguntarnos a nosotros mismos: ¿De quién o de qué se trata, realmente?
¡Cuidado con seguir a la multitud!
En los Evangelios las palabras “multitud” (o “muchedumbre”) casi siempre se usan en sentido peyorativo, tanto es así que casi cada vez que aparecen esas palabras se las puede introducir con el adjetivo “estúpida” o “insensata”.
Lidiando con el «Complejo de Caín»
Tenemos en nuestros corazones algo de la envidia y amargura de Caín y tenemos nuestras manos algo manchadas de sangre. También nosotros, como Caín, hemos asesinado por celos, envidia y amargura.
Madurez en las relaciones amorosas y en la oración
La oración resulta fácil solamente a los principiantes o a los ya santos. Durante todos esos largos años intermedios, la oración es difícil.