Hoy la creencia en Dios es vista como una ingenuidad. Para muchos, creer en Dios es como creer en Papá Noel y en el Conejo de Pascua: algo bonito, para los niños, una cálida nostalgia o un recuerdo amargo, pero no algo que sea real, que resista un duro escrutinio y las sombrías dudas que a veces permanecen bajo la superficie de nuestra fe. ¿Dónde hay evidencia de que Dios existe?
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En el exilio
Cuando el tiempo se para
La teoría de la relatividad nos dice que el espacio y el tiempo no son lo que parecen ser. Son relativos, lo que significa que no siempre funcionan del mismo modo ni los experimentamos de igual manera. El tiempo se puede parar.
Poner en proceso a Dios
Tanto en nuestra piedad como en nuestro agnosticismo, a veces ponemos en juicio a Dios, y siempre que lo hacemos, somos nosotros los que acabamos juzgados. Vemos eso en los relatos del Evangelio sobre el proceso de Jesús, particularmente en el Evangelio de Juan.
Nuestra necesidad de orar
Si no tienes de alguna manera un pie fuera de tu cultura, la cultura te engullirá por completo. Daniel Berrigan escribió eso, y es verdad también en este sentido: Si no puedes beber de una fuente fuera de ti mismo, tu natural proclividad a la paranoia, amargura y odio te engullirá invariablemente por completo.
Los altibajos de la fe
El poeta Rumi insinúa que vivimos con un profundo secreto que a veces conocemos, luego no, y después conocemos de nuevo. Es una buena descripción de la fe. La fe no es algo que sujetas y posees de una vez para siempre. Lleva este camino: A veces andas sobre el agua, y a veces te hundes como una piedra.
El paso de un buen pastor
Ninguna comunidad debería descuidar sus muertes. El mes pasado murió en Canadá un admirable guía de la comunidad de fe, y podría aprovecharnos a todos recibir más plenamente su espíritu. ¿Cómo hacemos eso?
Jean Vanier (1928-2019)
Jean Vanier, el fundador de El Arca, que murió en París el 7 de mayo, escribió esas palabras, pero su verdad está lejos de ser autoevidente. Uno podría cuestionar si esas palabras son simplemente una poética biensonante o si contienen una verdad efectiva. Nuestras diferencias, de hecho, son frecuentemente una amenaza.
¿Dónde está el hogar?
Durante los años que serví como Superior religioso a una provincia de sacerdotes y hermanos oblatos en Canadá-Oeste, traté de mantener mi pie en el mundo académico haciendo alguna enseñanza adjunta en la Universidad de Saskatchewan.
Lenguaje, símbolos y autocomprensión
Una vez, un reportero preguntó a dos hombres, en el lugar donde se estaba construyendo una iglesia, qué hacía cada uno de ellos por ganarse la vida. El primero respondió: “Soy albañil”. El segundo dijo: “Estoy construyendo una catedral”. La manera como nombramos una experiencia determina generalmente su significado.
¿Quién va al infierno y quién no?
El infierno nunca es una desagradable sorpresa que espera a una persona básicamente feliz. Ni es necesariamente un fin predecible para una persona infeliz y amarga. ¿Puede ir al infierno una persona feliz y de buen corazón? ¿Puede ir al cielo una persona infeliz y amarga? Todo eso depende de cómo entendamos el infierno y cómo leamos el corazón humano.
Más allá del misticismo
¡Soy una mística practicante! Una mujer dijo esto en una de mis clases, hace algunos años, y atrajo muchas miradas. Yo estaba dando una clase sobre misticismo y pregunté a los estudiantes por qué les interesaba el tema del misticismo.