La piedra que rodó de la tumba de Jesús continúa rodando de toda suerte de tumbas. La bondad no puede ser retenida, capturada ni expuesta a la muerte. Se evade de sus perseguidores, esquiva la captura, se escapa, se mantiene escondida, incluso a veces abandona las iglesias, pero se levanta siempre, una y otra vez, por todo el mundo. Tal es el significado de la resurrección.
