No es fácil hablar de la etapa final del camino espiritual. Ante todo, por falta de experiencia personal. Es necesario recurrir al testimonio de aquellas personas que han sido agraciadas con esta fase de la espiral de la Alianza.
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LA ESPIRAL DE LA ALIANZA: Tercera etapa: Pasar por la puerta estrecha: tentaciones, negarse a sí mismo y cargar con la cruz
Tras la purificación y en estrecha conexión con ella, la Alianza pasa por la prueba de la “puerta estrecha” (Mt 7, 13-14). Es la fase del combate espiritual, del cargar con la cruz de Jesús y seguirlo y acompañarlo en sus tentaciones (Lc 22,28).
LA ESPIRAL DE LA ALIANZA: Segunda etapa: Aprendizaje y Purificación (de la concupiscencia al amor)
La iluminación -primera etapa de la espiral de la Alianza- requiere una respuesta. Pero ésta no es fácil si un lento aprendizaje: aprender a vivir “con Dios”, habituarse a estar con Jesús y seguirlo en el camino y a ser dirigido por las mociones del Espíritu. Éste es el momento de la ascesis (tanto activa como pasiva) y el momento en el que el Espíritu se derrama con sus dones espléndidos: ciencia y consejo.
LA ESPIRAL DE LA ALIANZA: Primera etapa del camino espiritual
Nuestra vida está marcada por una curva vital que todos compartimos: concepción, nacimiento, infancia, adolescencia, juventud, adultez, ancianidad, muerte. ¿Ocurre algo parecido con la vida espiritual?
¿Escucha Dios nuestra oración?
El Evangelio del domingo trata de la oración de petición. En una situación de shock colectivo por el accidente de tren de Santiago (pero se podrían añadir muchas otras tragedias, que quienes las viven y padecen no pueden verlas como "menores", por ejemplo la muerte de los tres alpinistas en el Karakorum), hay palabras del Evangelio de hoy que pueden sonar a sarcasmo.
Amenazar la injusticia con la visión de Jesús
Papa Francisco nos está invitando cada día a identificarnos con la visión de Jesús. Es admirable constatar cómo de cada lectura evangélica extrae interpelaciones que tienen siempre que ver con la implantación de la justicia tanto en la comunidad cristiana, como en la sociedad.
“Cuando la cabeza languidece”: curas del siglo XXI
Pasada ya la primera década del siglo XXI el ministerio ordenado se ha de desplegar en una serie de atenciones y actividades que hacen de él un servicio exigente y difícil.
ARRAIGOS Y DES-ARRAIGOS: la “nueva radicalidad”
La nueva radicalidad -¡no me gusta la palabra radicalismo!- es la forma de seguir a Jesús, nuestro contemporáneo, hoy. Es una radicalidad amable y simpática: porque no es egocéntrica ni egolátrica; porque quien llega a las raíces se descubre enraizado en la naturaleza humana, en aquello que todos compartimos y por eso, se descubre y redescubre en el Otro.
Acedía: «Tristeza sin esperanza» que socava «el gozo del Evangelio»
¿Qué es la acedia? A ella se refiere el Papa Francisco en su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”. La presenta como un vicio paralizante que ataca a los evangelizadores. Produce un“inmediatismo ansioso”. Quiere obtener resultados pastorales inmediatamente. No aguanta la espera que requieren los procesos.
¡La declaración universal de los derechos humanos cumple 65 años!
El 10 de diciembre de 1948, hace 65 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos en su resolución 217 A (III). La Asamblea pidió a todos los países miembros que hicieran público este texto y que lo expusieran y comentaran y leyeran especialmente en los centros educativos sin ningún tipo de reservas
Escaneando la ira: ¿diabólica o santa?
Todos sabemos que la indignación puede ser peligrosa cuando excede determinados límites, tanto a nivel individual como colectivo. Justificamos la “indignación” -y de hecho vemos con simpatía el movimiento de los “indignados”- como un hecho político interesante, importante. Pero cuando la indignación excede sus límites y se torna violenta, destructiva, ¿qué sucede? En la indignación se muestra la ira. Y ésta es ambivalente: hablamos de ira diabólica e ira santa.