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Maria de Nazaret

Un mundo enfermo

Un mundo enfermo

Lo comprobamos nosotros mismos, poniendo la mano sobre nuestro corazón.

En un solo barco

En un solo barco

Uno para todos: hombres y mujeres, negros y blancos, sanos y enfermos, ateos y creyentes.

Líbrame del egoísmo

Líbrame del egoísmo

No permitas, Señor, que viva y muera con un corazón egoísta, preocupado sólo de tener yo lo necesario.

Por un hermano enfermo

Por un hermano enfermo

Señor, el que amas está enfermo, y tú vas a curarlo porque eres el médico y la medicina de Dios. Por eso te damos gracias.  Sólo tú posees el secreto de la salud y de la vida.