«María es toda relativa a Dios, y yo la llamaré la relación de que no existe sino en referencia a Dios». Así se expresaba san Luis María Grignion de Montfort en su Tratado de la verdadera devoción a María. Reflexionemos sobre esta relación.

«María es toda relativa a Dios, y yo la llamaré la relación de que no existe sino en referencia a Dios». Así se expresaba san Luis María Grignion de Montfort en su Tratado de la verdadera devoción a María. Reflexionemos sobre esta relación.
Se dan casos de personas que se declaran cristianas, pero que se muestran indiferentes respecto a María.
Tengo la impresión de que es la vida la que pasa por mí y no yo quien pasa por la vida.
Hay un camino que va de los ojos de Dios a los ojos de los hombres. María es quien lo abre para que él pase a nuestro lado.
Había abandonado todos sus títulos para cantar libremente el amanecer de la nueva creación.
María comienza el día de un pueblo pequeño: el fuego, los animales, la casa, los seres queridos…, un espacio del amor se abre a sus manos y ojos.
María pertenece al pueblo de Israel. Dios había inaugurado un coloquio con este pueblo en la persona de Abraham.
Déjanos escucharte, Señor, escucharte y alimentarnos de ti hasta identificarnos silenciosamente contigo.
Para que sepamos verte como Abbá, despojados de nosotros mismos
y abiertos a tu misericordia.
Contemplemos hoy esa frase que pronunció la Virgen de Nazaret en el momento de la Anunciación.
Ayúdanos a descubrir tu proyecto sobre nosotros, a interpretarlo, a asumirlo, a realizarlo plenamente.