Sólo seréis apostólicos viviendo lo que proclamáis y proclamando lo que vivís.

Sólo seréis apostólicos viviendo lo que proclamáis y proclamando lo que vivís.
Dicen que una cosa es predicar y otra dar trigo. Sabio refrán. Porque evangelizar no es cuestión de palabras.
Del cura se dice que es pastor: un buen pastor que cuida de las ovejas. ¿Quién iba a sospechar que las ovejas también podían cuidar del pastor?
Hoy la oferta editorial es amplia y exige que los padres no compren a ciegas los cuentos infantiles que se encuentran en las librerías.
Lo débil del mundo lo ha elegido Dios, les dice Pablo a los Corintios. ¿Y quién no es débil?
He a padres de familia, que se conformaban y estaban contentos porque sus hijos no eran drogadictos, ni violentos, ni adictos al botellón.
Mantenemos nuestra fidelidad conyugal porque al otro debemos, al menos una parte, lo que ahora somos.
Nuestro sentido de fidelidad nos supone estar presentes uno en la vida del otro, a diario, en las pequeñas cosas.
Hay cuatro palabras que expresan cómo se funda la alianza de amor conyugal.
Otra forma de vivir nuestra espiritualidad matrimonial consiste en esos pequeños detalles que nos hacen felices.
El sentimiento más noble de la vida humana se está trasformando también en nuestra sociedad. Da la impresión de que ha dejado de ser duradero.