Celebramos la fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, la Vida de Dios en nosotros. Sin esta presencia divina en nuestras vidas y comunidades, nada podríamos hacer.

Celebramos la fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, la Vida de Dios en nosotros. Sin esta presencia divina en nuestras vidas y comunidades, nada podríamos hacer.
Señor y Padre nuestro, enséñanos a mirarlo todo con ojos cristianos
22 de julio de 1974. Dada a conocer por don P. Macchi el 23 de septiembre efe 1979
Discurso para Pentecostés, 21 de mayo de 1961
Cuando Pablo preguntó a los discípulos de Efeso si habían recibido el Espíritu al hacerse cristianos, ellos respondieron: «No, nunca hemos oído decir que exista un Espíritu Santo» (Hech 19,1). Nosotros sí que lo hemos oído. Pero ¿qué nos imaginamos?
ven, oh consolador buenísimo del alma que sufre…
Celebramos que es posible un NUEVA HUMANIDAD que nace llena del Espíritu Santo.
Celebramos la fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, la Vida de Dios en nosotros. Sin esta presencia divina en nuestras vidas y comunidades, nada podríamos hacer.
Señor y Padre nuestro, enséñanos a mirarlo todo con ojos cristianos
22 de julio de 1974. Dada a conocer por don P. Macchi el 23 de septiembre efe 1979
Discurso para Pentecostés, 21 de mayo de 1961